Vázquez se despide mañana de la alcaldía en un concejo abierto en el que estará representada la ciudadanía coruñesa

A CORUÑA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, presidirá mañana, en el Palacio Municipal de María Pita, un concejo abierto en el que presentará su dimisión formal ante los representantes de la ciudadanía coruñesa tras 23 años con mayoría absoluta al frente de este consistorio.

La renuncia definitiva de este veterano político gallego será ratificada en un pleno extraordinario que se celebrará este mes de marzo, ya que en abril tomará posesión de su cargo de embajador ante la Santa Sede. El hasta ahora primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Javier Losada, lo relevará al frente de la Alcaldía coruñesa.

Previamente, por la mañana Francisco Vázquez realizará sendas ofrendas florales, una en el cementerio de San Amaro ante la Cruz de los Olvidados y ante las tumbas de los alcaldes Manuel Casás, Alfonso Molina y Alfredo Suárez Ferrín, y otra en la plaza de María Pita, en el monumento a la heroína coruñesa. También inaugurará en el paseo marítimo una calle dedicada al escritor Albert Camus.

A partir de las 21.00 horas, se celebrará el concejo abierto que supondrá su despedida de la ciudadanía coruñesa, pero "no un adiós", según él mismo afirmó en el discurso que pronunció el pasado 10 de febrero tras hacerse oficial su decisión de aceptar el cargo que le ofreció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

23 AÑOS DE GOBIERNO

Vázquez pone fin así a 23 años al frente de la Alcaldía de A Coruña en los cuales siempre gobernó con mayoría absoluta, aunque en estos últimos comicios municipales de 2003 la mantuvo por sólo 145 votos. Para algunos de su detractores, la previsión de que en las próximas elecciones municipales perdería la mayoría absoluta es una de las causas de la aceptación de su nuevo cargo.

Para otros, esta posibilidad, junto a las informaciones publicadas sobre los negocios de su familia en el sector eólico, determinaron la decisión de Vázquez. Para sus defensores y su entorno, el regidor coruñés cumple un deseo. Hace tiempo, manifestó que no aspiraba a ser más que alcalde de A Coruña, excepto convertirse en embajador ante la Santa Sede.

Con su marcha, abandona también la política española un líder carismático, que ha suscitado polémicas tanto dentro como fuera de su partido, por sus comentarios y por sus decisiones como la celebración del Consejo de Ministros en el Ayuntamiento de A Coruña- cuando gobernaba el PP- tras la catástrofe del "Prestige" y en el que se aprobó el Plan Galicia.

AMPLIA TRAYECTORIA

Abogado e inspector de trabajo, Vázquez ingresó en el PSOE y en UGT en 1975 en la clandestinidad. En 1977 fue elegido como el primer secretario general de los socialistas gallegos. En tres ocasiones diferentes ha ocupado el cargo de secretario general del PSdeG y fue candidato a la presidencia de la Xunta en las primeras elecciones autonómicas.

Fue diputado desde 1977 hasta el 2000, año en el que fue elegido senador y su nombre sonó en varias ocasiones para ministro en los gobiernos socialistas. Ha intervenido también en los trabajos de elaboración de la Constitución Española y del Estatuto de Autonomía de Galicia.

Vázquez, que el próximo 9 de abril cumplirá 60 años, ocupa el cargo de alcalde de A Coruña desde el 23 de mayo de 1983. Sus defensores destacan entre sus logros su planificación de la ciudad y la consecución de proyectos como los Museos Científicos Coruñeses, el paseo marítimo o la Orquesta Sinfónica de Galicia, mientras que sus detractores le reprochan sus "caprichos", entre los que citan el Obelisco Millenium o el tranvía, aunque la mayoría coinciden en su defensa del municipalismo.

De hecho ocupó el cargo de presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en dos ocasiones, la última vez hasta su designación como embajador ante la Santa Sede.

Él, por su parte, aseguró recientemente que se marchaba satisfecho por la consecución de un proyecto como el Puerto Exterior, después de que la ciudad sufriese el azote de varios siniestros marítimos, como el "Aegean Sea", el "Mar Egeo" o el "Prestige", y reconoció que su recuerdo más amargo es la muerte de un ciudadano cuando cayó el vertedero de Bens.