PONTEVEDRA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, advirtió hoy de que en la nueva estructura provincial del partido, que se empieza a poner en marcha hoy con el congreso de Pontevedra, "no hay hueco para debates estériles" entre los compañeros. Frente a esto, apeló a la "unidad" y al "trabajo" de los socialistas para conseguir la Diputación de Pontevedra, que "se escapó por un casi nada".
Ante unos 500 militantes en el Centro Sociocultural Caixanova, el mismo recinto que acogió su elección como máximo dirigente del PSdeG en el congreso extraordinario celebrado tras la dimisión de Emilio Pérez Touriño, Vázquez señaló que el nuevo modelo pretende "incorporar personas a la dirección del partido", pero incidió en que se sitúa "lejos" de conceptos "del pasado" como el relativo a la creación de "baronías".
De hecho, definió la jornada de hoy como "un día muy importante", puesto que "se aborda un modelo al que siempre se le tuvo mucho miedo" y que "unifica" al PSdeG con la estructura estatal del partido. "Yo creo firmemente en la estructura provincial de este partido", aseguró, al tiempo que celebró que el congreso que se celebra hoy "rompe ese tabú" del socialismo gallego.
Después de que su antecesor, Emilio Pérez Touriño, aplazase el mandato del 37 congreso federal del PSOE para implantar las estructuras provinciales ante el temor de que el ambiente se enturbiase antes de las elecciones autonómicas, Manuel Vázquez consideró que la nueva dirección pontevedresa será "la primera columna de las cuatro que sustentarán al PSdeG". "Se escogerá la voz de Pontevedra en Galicia", proclamó.
Por ello, enfatizó la importancia del "acierto" a la hora de elegir la ejecutiva provincial, puesto que el objetivo del cónclave debe ser "abrir las puertas a las agrupaciones locales, a los militantes y a los colectivos sociales". "La clave del modelo es la participación y tenemos que conseguir que los 15.000 militantes gallegos sean los verdaderos actores de nuestra acción política", arengó, al tiempo que admitió que "se nota distancia" entre la dirección del partido y las bases.
SIN "DEBATES ESTÉRILES"
Al margen de la clave orgánica de conexión entre la militancia de base y la dirección del partido, el dirigente socialista señaló que "el fin último" de los congresos provinciales es la cercanía con la sociedad para volver a "gobernar en Galicia".
Ante este escenario, apostó por "aportar, hablar y escuchar", pero advirtió de que "no queda hueco para debates estériles" que puedan "abrir grietas por las que entren los adversarios". En esta línea, insistió en que el PSdeG trate de visibilizarse como "un partido homogéneo", con el objetivo de "hacerse más fuerte".
"No podemos fallar a Galicia y eso requiere organización, trabajo, comprensión y generosidad entre nosotros", recetó Vázquez, para evidenciar la necesidad de "abrir espacios" donde quepan "todos" los socialistas. "Tenemos que tener visión de futuro y visión de que somos un partido con vocación de gobierno", enfatizó.
"Tenemos que llevar el timón y generar las políticas necesarias para que la sociedad vea en nosotros el partido que va a sacar adelante el país", exhortó, y hizo especial hincapié en lo relacionado con las políticas sociales y la sanidad y la educación públicas, que están siendo atacadas por el PP. "Están machacando a las estructuras más débiles", reprobó el líder socialista.
CRÍTICAS AL PP
"En siete meses, están destruyendo casi todo lo que hicimos", criticó Vázquez, quien lamentó especialmente el aumento del paro -superior que en el conjunto de España-, la destrucción medioambiental y la "soledad" en que el Gobierno gallego deja a la gente "con menos recursos".
Tras hacerse eco del "ataque sistemático" a los servicios públicos, convino que "hace falta más socialismo que nunca". De hecho, defendió que, en un país en crisis, "la única garantía es lo público", porque "iguala en derechos" a todos los ciudadanos.
Ante estas políticas del PP, apeló al "trabajo" de todos los militantes para superar la primera etapa, las municipales de 2011. "Tenemos que salir a ganar, a consolidar y a aumentar" el número de alcaldías, arengó, tras insistir en la necesidad de "conseguir" la Diputación de Pontevedra.
Justificó este interés en que los populares están "convirtiendo" a la institución provincial en "el epicentro de todos los problemas de corrupción y chamboneo" a través de su presidente, Rafael Louzán.
En este sentido, se refirió al conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, que certificó el final de una obra sin empezar cuando trabajaba en la diputación, y a la posible implicación de Louzán con el caso Gürtel. A mayores, reiteró su acusación de que "compra voluntades de transfuguistas" para "promover mociones de censura", tal y como ocurre en Silleda.