PONTEVEDRA, 25 May. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Vecinos de O Bao quiere participar en la comisión de trabajo que creará la Xunta de Galicia para buscar soluciones al problema del chabolismo que se registra en el municipio pontevedrés de Poio.
Con esa petición se trasladarán mañana a Santiago la presidenta de la asociación, Carmen Esperón, y el abogado Fernando Fidalgo, quienes hoy valoraron la decisión de la Consellería de Vivenda de prescindir del plan elaborado por la anterior Xunta y estudiar de nuevo el tema para buscar una solución integral.
"Se aplaude, pero no se bendice, porque no prevé la participación ciudadana", explicaron, aunque Fidalgo apostilló a continuación que retomar el tema es "técnica y legalmente lo que mejor que pudo haber hecho la Xunta porque se estaba entrando en un callejón sin salida".
La primera reunión con representantes de la Xunta, ayuntamiento y subdelegación del Gobierno será el próximo martes, día 30 de mayo, y la asociaciación vecinal pretende que de ahí salga el acuerdo de crear una comisión mixta en la que puedan participar para la búsqueda de soluciones a la problemática de O Bao.
El alcalde de Poio, Luciano Sobral, indicó que le parece muy bien la petición vecinal y apuntó que en esas conversaciones deberían estar también representados los propios afectados, el colectivo gitano.
Sobral también valora la decisión de la Administración autonómica de seguir buscando soluciones y, aunque sostiene que el plan que el ayuntamiento elaboró con la anterior Xunta "es lo mejor que hay", sin embargo aseguró que "si realmente de esas conversaciones sale un proyecto mejor y además cuenta con el consenso de todos, será formidable".
El alcalde admitió que esta inicitiva de la Xunta seguramente conllevará una demora en la aplicación de soluciones a la problemática del chabolismo, aunque apuntó que "si hay voluntad por parte de todos, no tiene porqué tardarse mucho en llegar a una solución".
En cualquier caso, Luciano Sobral mostró su disposición de ejecutar, "en cuanto sea posible", la sentencia que le obliga a demoler 11 chabolas construidas ilegalmente. Aunque la Asociación de Vecinos de O Bao le acusa de "demorar hasta límites punibles" el cumplimiento de la sentencia, el regidor asegura que nunca estuvo en su ánimo incurrir en desacato.
