SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Presidencia aclaró hoy que las negociaciones sobre la ampliación del horario de verano de los trabajadores de la Administración siguen abiertas, pero aclaró que cualquier reducción de la jornada laboral "tiene que ir acompañada" por compromisos de productividad y exigencia.
En un comunicado, Presidencia respondió así a las acusaciones de la CIG, en las que acusaba a la Xunta, concretamente al secretario xeral de la consellería, Santiago Roura, de emplear el horario de verano como "contrapartida" para "chantajear" a los sindicatos y obligarles a aceptar una "miseria" de aumento salarial.
Al respecto, el departamento autonómico advirtió de que los incrementos retributivos están marcados por la Ley de Presupuestos del Estado y de la Xunta, al tiempo que recalcó que, actualmente, está en proceso de negociación una oferta para personal laboral y funcionario.
Así, recordó en los presupuestos de 2006 está aprobada una partida para distribuir como complemento entre los distintos trabajadores, que supone el 1,06 por ciento de la masa salarial de la Xunta, y que se está negociando su distribución lineal o no en el marco del convenio y de los acuerdos generales de la Función Pública.
CRÍTICAS DE LA CIG
Por su parte, la CIG aseguró que la "pura y cruda realidad" es "lo dicho por el secretario xeral de Presidencia" cuando afirmó "que en las negociaciones que está habiendo sólo hay una parte que está cediendo, dado que la otra parte no está colaborando lo suficiente". "Pues no hay horario de verano", reprobó.
En consecuencia, acusó al Gobierno de "castigar" al personal de la Xunta por pretender que los sindicatos acepten un incremento salarial de 4 euros al mes hasta 2009. "Nunca antes se había utilizado el horario de verano como punto incluido en las negociaciones de las retribuciones", censuró la CIG, quien añadió que esta ventaja "nunca antes se había convertido en moneda de cambio para rebajar las peticiones de incremento salarial del personal funcionario".
"Es ésta la forma de gobernar de Touriño y Quintana?", se preguntó la organización, que acusó al presidente y al vicepresidente de la Xunta de "ser los responsables" de que este año, los trabajadores de la Administración "queden sin vacaciones de verano".
Por último, la CIG reprobó que "algún espabilado se sacase de la manga la idea de suprimir el horario de verano mientras no se firme un acuerdo retributivo". "Ésta es la verdad, la Xunta suprime arbitraria y unilateralmente, por capricho y como castigo, la jornada de verano", concluyó.