SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha defendido este martes que su política de residuos se ajusta a la legislación y ha esgrimido que, desde su creación, el modelo Sogama, ha estado "avalado" por la Unión Europea (UE).
"Primero, a través de la concesión de 72,21 millones de euros procedentes del Fondo de Cohesión y, en 2012, mediante una evaluación ex post promovida por la Comisión Europea en la que ésta dejó constancia de los beneficios de la empresa pública para el medio ambiente, la economía y la sociedad", ha argumentado.
Lo ha manifestado en la misma jornada en que la Plataforma Galega contra a Incineración ha anunciado que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha admitido a trámite la denuncia contra la política de residuos de la Xunta y de Sogama.
En una rueda de prensa, este colectivo ha explicado que el motivo de esta admisión se encuentra en el "incumplimiento sistemático de la legislación comunitaria de residuos", concretamente de tres directivas europeas (de Vertido, de Envases y Marco de residuos).
Frente a ello, la Xunta ha aludido al informe europeo que, en la dimensión ambiental, "subraya la contribución de Sogama" al cierre de los vertederos (más de 300 municipales y 3.000 puntos de vertido ilegal diagnosticados en la década de los 90), "ensalzando igualmente la adopción de una tecnología de incineración respetuosa con el entorno y la salud".
"SIGUE FIELMENTE LA NORMATIVA"
A nivel económico, ha señalado que se incide en la creación de empleo, la producción y venta de electricidad, con el consiguiente ahorro de combustibles fósiles, la contribución al mercado del reciclaje y el desarrollo del capital humano. Y, desde la perspectiva social, se destaca "el esfuerzo de Sogama en mantener un alto nivel de transparencia informativa".
Por último, ha remarcado que la política de residuos de la Xunta de Galicia "sigue fielmente la normativa vigente en la materia, priorizando la aplicación de la estrategia de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje)", a las que añade "la recuperación material y/o energética" de la fracción no reciclable y "relegando el vertido a última opción por su negativo impacto ambiental".
