SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, anunció hoy que dará traslado del expediente de la nueva sede de Sogama en Santiago al Consello de Contas para que este organismo "delimite las responsabilidades", ya que el documento está "plagado de irregularidades".
En su comparecencia ante el pleno del Parlamento, el titular de Medio Ambiente explicó que esta sede tiene una superficie de unos 500 metros cuadrados, que tuvieron un coste de poco más de un millón de euros. A esta cuantía, añadió otros 600.000 euros en concepto de reforma, en la que incluyó "unas cristaleras que se quitaron" y "unas pinturas decorativas sobre las que se pintó por encima".
"Hace falta una explicación convincente", incidió, tras señalar que en el proceso de compra hubo "una serie de despropósitos" y "poco rigor" en la gestión de los recursos públicos. "¡Qué pena que sea a cuenta de los gallegos y no de sus responsables!", exclamó, al tiempo que desveló que las citadas obras no contaban con licencia municipal.
Así, al "gasto innecesario" y a la "falta de rigor", ya que se adquirió a un precio "superior al que marcaba el mercado", Hernández añadió "la falta de comprobación" de que el contratista hubiese obtenido la licencia. "Por eso no se puede usar todavía", explicó, tras plantearse qué ocurrirá si el Ayuntamiento de Santiago detecta que las citadas actuaciones no se ajustan al planeamiento.
INVESTIGACIÓN
Por su parte, las portavoces de los grupos de la oposición se mostraron proclives a iniciar una comisión de investigación. Así, la parlamentaria del PSdeG Carmen Gallego recordó que "ningún diputado" de su partido participó "jamás" en el consejo de administración de Sogama, aunque sí lo hizo la actual conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, como interventora de la Consellería de Economía.
Además, evidenció que la sede de Sogama está en el mismo edificio que el local de la Fundación Escola Galega de Administración Sanitaria (Fegas) y que, a pesar de que éste último se adquirió "cinco años antes", tuvo un coste de "392 euros más por metro cuadrado". "A no ser que se compraran juntas la sede de la Fegas y la del PP", subrayó, e invitó a dejar de "acusar sin pruebas".
"Si las tienen, llévenlas al juzgado", retó la socialista, tras apuntar que "tendrán que ir de todas formas" después de la querella presentada contra varios miembros del PP por parte del ex presidente de Sogama, José Álvarez. De todas formas, concluyó que no tendrán problemas para "investigar", puesto que allí trabajan "enchufados" del PP, como el hijo del ex conselleiro José María Hernández Cochón.
A mayores, la diputada nacionalista Isabel Sánchez Montenegro señaló que su formación "siempre" apoya la adopción de las medidas necesarias para "clarificar" las actuaciones de cualquier gobierno, pero "no" cuando van encaminadas a tapar "miserias propias". Así, recordó que el PPdeG se opuso a la creación de una comisión de investigación sobre el supuesto sobrecoste de un millón de euros en la sede de la Fegas.
"Lo que no se puede es ser juez y fiscal al mismo tiempo", advirtió la parlamentaria del BNG, quien aseguró que su partido "defiende la investigación, pero no la inquisición". Por ello, instó al conselleiro de Medio Ambiente a dejar de ejercer de "hooligan del PP" y a "trabajar para resolver los problemas de Galicia". "No venga aquí a devaluar el Gobierno y el Parlamento", espetó.
"LUJOS DEL SULTANATO"
Por su parte, el portavoz del PPdeG, Antonio Rodríguez Miranda, reprobó el "afán por los lujos" del ex conselleiro de Medio Ambiente y actual secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, a quien acusó de reformar la sede de Sogama según el modelo del "sultanato socialista". "En Sogama puede quedar enterrado su crédito político", advirtió, lo que le valió gritos de "vete a casa" y "estás tarado" desde las bancadas del PSdeG.
Asimismo, obtuvo abucheos en los que los nacionalistas le pedían, desde su escaño, que "deje de beber", cuando responsabilizó de igual modo al BNG de la reforma de una sede que tuvo un coste de "1.062 euros por metro cuadrado". "Les dieron su beneplácito, porque eran socios por interés", concluyó el diputado popular.