Un consorcio internacional con participación gallega reducirá la captura accidental de especies amenazadas

SANTIAGO DE COMPOSTELA 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un consorcio europeo, Cibbrina, reunirá a miembros de 14 países, pertenecientes a diversos sectores implicados en el ámbito de la pesca, como el propio sector, la comunidad científica, los gobiernos y las ONG, para reducir los daños causados por esta actividad en la costa del Atlántico nordeste y el mar Báltico con la captura accidental de especies amenazadas.

Según ha explicado la USC, que participa en la iniciativa, los esfuerzos del consorcio se centrarán en el impacto que este tipo de capturas accidentales tienen en animales como los elasmobranquios (rayas o tiburones), tortugas, aves marinas como el arao papagayo o el romero y mamíferos marinos como el delfín común, aunque el trabajo también se extenderá la otras especies amenazadas y protegidas.

El proyecto Cibbrina está enmarcado en el programa LIFE, recibirá una financiación de 12 millones de euros y tendrá una duración de seis años. Entre los socios se incluye la USC, a través de los investigadores del Centro Interdisciplinario de Investigación en Tecnologías Ambientales (CRETUS) Sebastián Villasante, Gillian Ainsworth, Pablo Pita e Ignacio Gianelli. La USC contará con un presupuesto de 320.000 euros.

Desde España también participan el Mnisterio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el Ministerio para la Transicion Ecológica y el Reto Demográfico, la Cooperativa De Armadores De Pesca Porto de Vigo (ARVI), CETMAR, CSIC y AZTI.

El principal objetivo de este proyecto es minimizar y, en la medida del posible, eliminar las capturas accesorias de especies prioritarias en peligro, amenazadas y protegidas. El equipo de la USC coordinará el trabajo de carácter socioeconómico, utilizando un marco de servicios ecosistémicos que incluye costes y beneficios monetarios y no monetarios a lo largo de la cadena de valor de las especies de captura accidental para calcular el flujo físico del producto y evaluar el papel de las instituciones.

Desde la USC también se identificarán las principales barreras económicas, sociales e institucionales y los incentivos para ofrecer productos pesqueros que no impliquen capturas accesorias de estas especies amenazadas. También se generará nuevo conocimiento mediante la mejora de los mecanismos para incentivar la cooperación de los pescadores a lo largo de la cadena de valor y el compromiso de los ciudadanos. Esto implicará, igualmente, crear conciencia y un amplio apoyo a las medidas recomendadas de reducción de las capturas accesorias entre los consumidores.