Pesca.- Amable Dopico dice que se sintió "coaccionado" por mariscadores de Ferrol pero admite que no pidió su desalojo

FERROL, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol, Amable Dopico, aseguró hoy que se sintió "coaccionado" por los mariscadores que irrumpieron en su despacho el 30 de mayo de 2007, en plenas protestas ciudadanas contra Reganosa, pero en su declaración en el Juzgado de lo Penal 2 admitió hoy que rechazó el desalojo policial de los pescadores.

Amable Dopico prestó declaración en la segunda jornada del juicio contra 14 mariscadores, para los que el fiscal pide nueve meses de prisión por un supuesto delito de desórdenes públicos por haber ocupado durante más de tres horas el despacho del que en aquel momento era el presidente de la Autoridad Portuaria.

En su declaración, Amable Dopico puntualizó que no tenía conocimiento previo de que un grupo de unas "20 o 30" de personas se dirigía a su despacho y que los mariscadores no entraron a la fuerza en el edificio, porque fue una funcionaria de la Autoridad Portuaria quien les abrió la puerta.

También admitió que no interrumpieron las tareas habituales de los trabajadores del puerto y que rechazó que la Policía Nacional y la Portuaria desalojasen a los mariscadores "en aras del diálogo".

Los mariscadores declararon el martes que habían acudido al despacho de Amable Dopico para pedirle explicaciones por no poder salir a faenar. Los agentes antidisturbios habían formado aquel día un cordón policial alrededor del muelle de Ferrol para impedir a los mariscadores acceder a sus barcas, con las que el día anterior habían frenado la entrada del gasero 'Mourad Didouce' para Reganosa, la planta de gas que estaba en fase de pruebas.

ORDEN DE RESTRICCIÓN

En el juicio, Amable Dopico explicó que la presencia de la Policía Nacional se debía al intento de garantizar el cumplimiento de "la orden de restricción a la navegación" para permitir que el gasero accediese a Reganosa y no fuese bloqueada por los gaseros.

En todo caso, Amble Dopico aseguró que no podía identificar a la persona que le arrojó una carpeta a la cara y que le provocó una leve escoriación nasal. Recordó que se habían producido numerosos daños en el despacho, en concreto en una alfombra y en un sofá y que se arrojaron papeles por la ventana.

El juicio ha quedado visto para sentencia. Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular se han ratificado en su petición de penas de prisión de nueve meses.