SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los días de temporal mermaron los resultados de la campaña de Navidad para los armadores de la flota de bajura de la comunidad al no poder salir a faenar durante varias jornadas. El comportamiento de los precios de las especies tradicionalmente más cotizadas tampoco fue el deseado en casos como el del camarón, percebe, lenguado o rape, con la excepción de los moluscos bivalvos.
En declaraciones a Europa Press, el secretario de la Asociación de Armadores de Artes Menores de Galicia (Asoar-Armega), Luis Rodríguez, explicó que, si la semana de Nochebuena los profesionales del mar salieron a trabajar dos días, el último tramo de las fiestas, el que coincidió con fin de año, sólo faenó entre el 5 y 10 por ciento de la flota de bajura. Algo que se tradujo en la escasez de determinadas especies en algunas lonjas, como la de A Coruña, y mercados de la comunidad.
"La Navidad siempre es una ayuda importante, sobre todo dado el mal año que fue 2009 para el sector, porque siempre hay un repunte de precios", aseguró, al tiempo que apuntó que este periodo puede representar entre dos y tres puntos de los diez totales que supone una campaña anual.
A COSTA DA MORTE Y A GUARDA, LOS MÁS PERJUDICADOS
Los profesionales que trabajan con artes enmalle --trasmallos, miños o betas--, de cerco y palangre "no trabajaron mucho", corroboró el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Benito González, quien, por el contrario, destacó la buena evolución de la campaña para las mariscadoras, a excepción de aquellos que capturan percebe o camarón. "Hubo precios interesantes", consideró.
"En puertos como A Guarda o los de A Costa da Morte estuvieron muchos días sin trabajar", señaló, para recordar que los profesionales del mar faenan en función de los pedidos que les realicen los comercializadores. "No hubo continuidad en la producción y los festivos también entorpecieron algo", explicó.
Sobre el resultado de la campaña para las mariscadoras, González subrayó la elevada cotización que alcanzó la almeja en lonjas como la de Cambados o A Illa de Arousa, cuyas ventas se incrementaron y, según estimó, "quizás sustituyeron a otros productos que faltaron". No obstante, indicó que las especies tradicionalmente más cotizadas, como la vieira, centollo y nécora tuvieron muy buena salida en Navidad.
LOS PRECIOS NO FUERON "LOS ESPERADOS"
"No acompañaron los temporales, aunque los precios tampoco fueron los esperados", manifestó el secretario de Asoar-Armega. Rodríguez, secretario de una organización con sede en Corcubión (A Coruña) e integrada por unos 400 armadores de bajura de 28 puertos de la comunidad, apuntó a la cotización de especies como el pulpo como ejemplo. "El 65 por ciento de la flota artesanal se dedica a su captura", señaló, para destacar la "devaluación" progresiva de su precio en primera venta.
La lonja de Ribeira comercializó entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre más de 68.700 kilos de este cefalópodo a un precio medio de 4,78 euros el kilo. Ese promedio es 1,72 euros inferior al registrado en el mismo periodo de 2008 y 1,4 euros menor al de esos meses de 2007. Con todo, durante la campaña de 2009 se vendieron 11.200 kilos más de pulpo que el año anterior y 7.600 más que en 2007.
En el caso de la 'rula' de Bueu, el precio medio de los 55.000 kilos comercializados en el citado periodo fue de 4,79 euros el kilo, casi un euro inferior al de 2008, si bien ese año se vendieron 16.300 kilos menos. No obstante, la cotización de este cefalópodo en el mismo periodo de 2007, cuando se vendió una cantidad similar a la de 2009 --53.500 kilos-- fue de 6,22 euros.
SI HAY DEMANDA, ¿POR QUÉ BAJAN LOS PRECIOS?
Esta situación lleva a Asoar-Armega a cuestionarse las causas de que se devalúe una especie en primera venta cuando "existe demanda", al sostener que las capturas de pulpo se redujeron y, por tanto, las ventas cayeron en muchas pequeñas lonjas del litoral gallego. Este mismo razonamiento lo aplicó a otras especies.
"El camarón podía oscilar entre los 290 y 320 euros el kilo hace cinco o seis años", explicó para apuntar que esta pasada campaña navideña "no todos" los kilos comercializados de este marisco alcanzaron los 300 euros, cuando es una de las especies más cotizadas. Sin embargo, advirtió de que otros casos como el del centollo fueron positivos.
En el primer caso, el kilo de centollo se vendió a 7,95 euros en la lonja de Ribeira --entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre--, casi 5 euros menos que en 2007, aunque esta campaña se comercializaron 25.800 kilos más --36.300 frente a los 10.400 de 2007--.
A juicio del secretario de Asoar-Armega, la caída de precios está motivada, principalmente, por la oferta de productos foráneos al consumidor que, sin embargo, se venden como procedentes de aguas gallegas. "Hay una competencia desleal" que, señaló, se aprecia especialmente en las lonjas de A Coruña y Vigo, que canalizan las importaciones que llegan a sus puertos.
La organización defiende, por ello, que se centralice la venta por zonas para diferenciar los productos del mar capturados en Galicia frente a los foráneos. Su objetivo es "acotar" las especies de bajura de la comunidad en mercados determinados. Todo, a fin de revalorizar el producto y paliar la crisis de los profesionales de bajura, que denuncian un incremento de los costes de explotación, la caída de las capturas y de los ingresos.
"2009 fue un año bastante crítico, más que 2008", consideró Rodríguez, al sostener que el pasado ejercicio se caracterizó, además, por la especial dureza de las condiciones meteorológicas registradas entre otoño e invierno.