SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La flota gallega del bonito y la merluza exige una campaña de promoción, mayor control de las importaciones y mejorar el etiquetado para, de esta forma, frenar la caída de precios que están registrando estas dos especies, que los está llevando a la "ruina" y hace que se planteen amarrar debido a la actividad no le está siendo rentable, "con los peores precios de los últimos 20 años".
Esto es lo que ha trasladado el sector al secretario xeral del PPdeG, Alfonso Rueda, y a los portavoces del Pesca del PP en el Parlamento de Galicia y Congreso, Xosé Manuel Balseiro y Joaquín García Díaz, respectivamente, en una reunión que mantuvieron hoy en Santiago de Compostela con armadores de Celeiro, Burela, la Organización Pesca 07 y la Cooperativa de Armadores de Vigo.
En rueda de prensa, tras este encuentro, los dos portavoces populares de Pesca en el Parlamento y Congreso alertaron de la "preocupación" que existe en esta flota por la "crisis" que vive por la caída de precios y tanto sector como PPdeG coincidieron en la necesidad de "tres medidas urgentes".
TRES MEDIDAS URGENTES
En primera lugar, García Díez apuntó a la necesidad de que el Gobierno central ponga en marcha una campaña informativa dirigida a los consumidores que sea "ambiciosa y muy clara". El diputado reclamó una inversión "importante, tal y como se hace con las de Tráfico" y que se convoque un concurso público y, a modo de ejemplo, abogó por que cuente con la participación de famoso cocineros de programas con "audiencia importante".
En concreto, apuntó a que debe "desmitificar" problemas en el consumo de merluza como el 'anisakis' (un parásito común de tamaño casi microscópico que se encuentra exclusivamente en el pescado, pasa al sistema digestivo humano al tomar pescado crudo), que admitió que ha hecho "mucho daño" al sector, ya que la alarma apareció en un momento "muy oportuno, que favoreció a la industria congeladora, mientras a la del fresco le arruinó la vida".
Por ello, García Díez insistió en que esta campaña "clarifique" que no es necesario congelar el pescado fresco, sólo en el caso de que se vaya a consumir crudo.
MEJORAR EL ETIQUETADO Y CONTROL DE IMPORTACIONES
La segunda medida a poner en marcha en la que coinciden PP y el sector, en la mejora del etiquetado, para que el consumidor conozca y distinga el país de procedencia de la especie y no se produzca "fraude" ante el consumidor y se distinga si es bonito del mediterráneo o del Norte, que son capturados con artes diferentes.
La tercera acción es un incremento de las medidas de control ante la "masiva" entrada de pescado fresco que viene de importación tanto en camiones, por puertos como por avión. "No se trata de ponerles más trabas, sino que se les haga cumplir las mismas normas que tienen que cumplir la capturada en España", aclaró García Díez.
Para que se tomen estas medidas con carácter "urgente", el portavoz de Pesca del PP en el Congreso de los Diputados, Joaquín García Díez, anunció que solicitará la comparecencia de la titular del MAPA, Elena Espinosa,
FALTA DE REACCION DE LA XUNTA
Ante esta crisis de "precios" el portavoz de Pesca del PPdeG criticó la "falta de reacción" tanto del Gobierno central como el de la Xunta que está "perjudicando al sector". Por ello, les pidió a ambas administraciones una "mayor implicación".
Balseiro acusó a la Consellería de Pesca de "abandonar" a este sector y criticó que haya aplazado la reunión prevista para la próxima semana, por la convocatoria del MAPA con la flota de todas las comunidades del Cantábrico, "cuando la gallega es la más afectado por el número de embarcaciones y capturas".
"Nada de esto parece importarle a ambas administraciones", reprobó Balseiro, quien censuró que los dos gobiernos atribuyan esta caída de precios las leyes del mercado de la oferta y la demanda, cuando, a su juicio, se está produciendo "anomalías" en el mercado que provocan esta situación.
Precisamente, este diputado advirtió de que los mecanismos de intervención para la retirada de pescado del mercado "no son viables", ya que alertó que con precios "irrisorios" de 1,7 euros por kilo "no se cubren los gastos de los barcos".