SANTIAGO DE COMPOSTELA 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
La mayor parte de la flota de A Coruña y Pontevedra ha decidido quedar amarrada en puerto por tercer día consecutivo, no tanto por las condiciones meteorológicas que se registran en estos momentos con vientos que no llegan a los 20 kilómetros por hora, sino por las fuertes rachas, acompañadas de aguaceros, de toda la madrugada, lo que desanimó al sector a emprender la actividad.
La decisión fue mayoritaria en el litoral coruñés, según confirmaron a Europa Press cofradías de Camariñas, Cariño y Celeiro, que suman ya cinco días sin actividad, después de que a finales de la pasada semana quedaran amarrada en puerto el jueves y el viernes.
En la Costa da Morte el viento es del noroeste, que será suroeste por la tarde, con olas de 3 a 4 metros. No obstante, las condiciones meteorológicas fueron mucho más adversas durante la madrugada, "donde parecía que estábamos viviendo un diluvio", explicó un miembro de la Cofradía de Camariñas, quien, aunque reconoció una mejoría al amanecer, advirtió de que prevén que en toda la semana no se retome la actividad, tras las predicciones de entrada de otro frente a partir de mañana.
En el litoral pontevedrés, la mayor parte de la flota también decidió hoy no salir a faenar con unas predicciones de viento de noroeste por la mañana y suroeste por la tarde, con olas de 2,5 y 3,5 metros por la mañana a 3 a 4 metros por la tarde. En todo caso, el motivo de este amarre en tierra volvió a ser los vientos "casi huracanados" de la madrugada, apuntaron desde cofradías como Baiona, Cangas do Morrazo y O Grove.
No obstante, el viento ha amainado por la mañana y también ha dejado de llover, por lo que las embarcaciones que trabajan en la navaja, erizo y almeja en Cangas reemprendieron la actividad, el resto quedó amarrada a puerto. La misma decisión tomaron las pequeñas embarcaciones de O Grove, que trabajan abrigadas dentro de la Ría.
En la costa lucense las predicciones para hoy de vientos de oeste con rachas de viento de hasta 28 kilómetros por hora y de 38 por la tarde y marejada no desanimó a la flota a salir. Así lo destacaron armadores de Burela, quienes apuntaron que las embarcaciones salieron tarde, una vez que comprobaron que las malas condiciones climáticas de la mañana habían remitido. "Algunas trabajan con dificultad, pero están faenando", aclararon. En Celeiro, toda la flota ha salido, al igual que lo llevan haciendo "con normalidad" desde el lunes.