SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
Parte de la flota de bajura gallega decidió hoy quedar amarrada en puerto debido al fuerte viento en el litoral que ha obligado a la Dirección Xeral de Protección Civil a activar la alerta naranja.
"Temieron salir", admitió a Europa Press un miembro de la cofradía coruñesa de Cariño, donde corroboraron con un sinóptico "verdaderamente no está bueno" las predicciones de viento en mar, mar de viento y mar de fondo.
La misma decisión tomó la flota de Camariñas o de Cedeira. En ambos casos, el sector se escudó en que el día está "muy malo por mucho viento". Así lo confirma el pronóstico de viento en mar de nivel 8, con áreas de mar muy gruesa en las aguas litorales de las provincias de A Coruña y Lugo. Además, el mar de fondo llegará a los cuatro metros en las zonas marítimo-costeras de toda la Comunidad gallega.
A pesar de que estas predicciones implican también a la costa lucense, esta flota salió a faenar. "Todos están en el mar", reveló a Europa Press uno de los armadores, que justificó la actividad del sector, a pesar de la alerta naranja, en que "se supone que el mar de fondo y el viento aumenta por la la tarde".
El amarre en los puertos de la provincia de Pontevedra ha sido desigual. En el Sur, en Baiona, el "99 por ciento" de la flota está faenando, mientras que en Cangas de O Morrazo y en O Grove "la actividad es como siempre, no hay nada raro".
En concreto, en Baiona solo salieron un "par de barquitos" ante una fuerza de viento de 12 a 14 nudos. Por contra, sus compañeros de Cangas de O Morrazo de o pulpo y el 'longueirón' "trabajan como siempre". "Aquí siempre sale alguien, son así de valientes", bromearon en la lonja de O Grove sobre la actividad "sin problemas" que se registraba en esta zona.
