Pesca.- El PSdeG pedirá a la UE que rechace el pacto pesquero con Mauritania y ayudas para los afectados gallegos

EUROPA PRESS

SANTIAGO DE COMPOSTELA 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

La portavoz de Pesca del Grupo Parlamentario Socialista, Marisol Soneira, pedirá a la Xunta que defienda los intereses pesqueros gallegos y se dirija al Gobierno para que éste reclame a la Unión Europea y a la Eurocámara la retirada del acuerdo pesquero firmado con Mauritania que excluye a la flota cefalopodera.

Así se incluye en una iniciativa parlamentaria en la que Soneira demanda, además, "medidas de ayuda" para los afectados gallegos por el cese de esta flota, según informan los socialistas a través de un comunicado.

En base al acuerdo firmado por la UE y el Gobierno mauritano, un total de 21 barcos gallegos, en cada uno de los cuales trabajan una media de 15 personas, quedan fuera de las posibilidades de pesca en aguas de este país.

En contrapartida, la portavoz socialista reivindica "nuevas negociaciones" que tengan en cuenta "la realidad económica, social, laboral y medioambiental" y que no se basen en "concepciones ajenas" a la situación política y pesquera.

"MILES" DE PERJUDICADOS GALLEGOS

La negociación cerrada por la comisaria europea de Asuntos Marítimos y Pesca, Maria Damanaki, afecta a un total de 360 trabajadores, según ha recordado Soneira, que cifra los perjudicados indirectos en "miles".

Entre los efectos negativos del acuerdo, la portavoz socialista ha destacado el pago "mucho" más alto por "mucha menos capacidad de pesca", la multiplicación "por tres o cuatro" del número de licencias a buques y la reducción del periodo de vigencia del pacto --de seis a dos años--.

"FIASCO NEGOCIADOR"

La responsable de Pesca del PSdeG en la Cámara ha insistido en que el pacto pesquero supone un "fiasco negociador", que responde más "a intereses ajenos a la pesca" que a "la consecución de caladeros" para las empresas europeas.

En esta línea, ha recordado un acuerdo anterior por el que se redujeron las unidades pesqueras que faenaban en Marruecos de 240 (en los años 70) a 75 (en 1999), que ha considerado "otra negociación pésima".