SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La conselleira do Mar, Rosa Quintana, aseguró hoy que el Gobierno gallego busca el apoyo de otros países europeos y extracomunitarios para evitar que la Comisión Europea cambie el método de análisis empleado a fin de detectar la presencia de biotoxinas en los moluscos bivalvos dirigidos al consumo humano.
En declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse con productores gallegos de mejillón, la titular de la Administración pesquera autonómica informó de que, en su visita a Bruselas de la semana pasada, mantuvo contactos con el comisario europeo de Pesca en funciones, Joe Borg, y reuniones técnicas con representantes de la Dirección General de Salud y Consumidores (Sanco).
Pese a admitir que el nivel de esos encuentros "fue muy bajo" y que, por ello, la Xunta presentará una reclamación, Quintana subrayó la "prisa" que en Bruselas hay para modificar el método de detección de las biotoxinas en los moluscos bivalvos, que evidencia, como precisó, en las dos iniciativas legislativas impulsadas.
La conselleira afirmó que su departamento ha remitido un informe sobre la situación en esta materia a las ministras de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, y Sanidad, Trinidad Jiménez, y solicitó "por favor" el apoyo del Gobierno de España para evitar ese cambio de método.
PORTUGAL, CROACIA, ITALIA Y GRECIA
Aparte, insistió en que la Xunta busca el respaldo de los laboratorios de control de Portugal, Croacia, Italia y Grecia, así como de los de países terceros con intereses en la producción mejillonera como Perú, Chile y Filipinas. Quintana subrayó la "grandísima preocupación" de su departamento por los cambios que pretende introducir la CE, de los que señaló que "para nada" favorecerán a la producción de moluscos.
En esta línea, precisó que la capacidad productiva gallega se vería "muy limitada" en el caso de que se materializase la modificación en el sistema de análisis y que se incrementarían los días de cierre de los polígonos de bateas --plataformas en las que se cría el mejillón--. Además, indicó que los controles serían más costosos y que, por tanto, harían "poco competitivos" a los moluscos gallegos frente a los producidos en terceros países.
También apuntó que ese cambio de método conllevará una modificación de los máximos legales de biotoxinas permitidos en los moluscos que se dirigen al consumo. "Se pueden incrementar los niveles de toxina en un 200 por cien", destacó.
Quintana recordó que esta cuestión fue trasladada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en su reciente visita a Bruselas y que el jefe del Ejecutivo gallego también remitió escritos a todos los ministerios competentes.
RECUPERAR LA ACTIVIDAD EN ZONAS C
La conselleira afirmó haber tratado con el comisario de Pesca en funciones la posibilidad de que se permita comercializar los moluscos bivalvos recogidos en zonas C previa depuración, dado que en la actualidad esos productos sólo pueden destinarse a la industria transformadora --conserveras, por ejemplo-- después de ser depurados y cocidos.
Quintana apuntó que las instalaciones gallegas de depuración de moluscos no existen en otros países y garantizan que el producto llegue "en perfecto estado" al consumidor. Sobre esta cuestión, aseguró "no entender" cómo España no se acogió en 2006 a la moratoria del reglamento 853 que permitiría esta opción.
La Consellería do Mar remitió diversos informes a la CE en los que acredita la capacidad gallega, de depuración instalada y de que los moluscos sometidos a ese tratamiento en las instalaciones autorizadas son "aptos" para el consumo humano, así como la justificación jurídica por la que defiende la posibilidad de acogerse a la citada moratoria.
También apuntó haber trasladado el compromiso de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas de que las rías estarán "totalmente saneadas" entre 2013 y 2015. La conselleira consideró que esta actuación es "muy importante" al sostener que las mariscadoras podrán trabajar "normalmente" en las zonas C, incrementar la capacidad de producción y potenciar la incorporación de jóvenes a esta actividad.