Un centenar de barcos pintaron el perímetro de los rellenos y piden citarse con Blanco, Feijóo y la Consellería do Mar
CANGAS (PONTEVEDRA), 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Cofradía 'San Xosé' de Cangas se reunirá el próximo lunes con todas las cooperativas para decidir si llevan a cabo su amenaza de paralizar la actividad en toda la flota de bajura de la Ría de Vigo y anunció que, además de esta medida de presión, pedirán una reunión con el ministro de Fomento, José Blanco; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; y la Consellería do Mar, para pedirles que pongan fin a las obras del puerto deportivo de Massó.
En declaraciones a los medios de comunicación después de una concentración de barcos en la ría, frente a la conservera, el patrón mayor de la Cofradía, Evaristo Fernández, comprometió su palabra de continuar "buscando apoyos" entre las diferentes administraciones y colectivos sociales que permitan la "paralización" de los rellenos, motivo por el que solicitará una entrevista con Blanco y Feijóo.
Sí cuenta con el "apoyo" de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, cuyo presidente estuvo presente hoy en la movilización, que reunió a un centenar de embarcaciones pesqueras y a varias decenas de detractores del complejo turístico en la orilla. "Nuestro apoyo incondicional y estaremos para todo lo que demande la ría de Vigo", señaló Genaro Amigo, presidente de la Federación.
Junto a Amigo, también asistieron los representantes de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, Benito González; y de la Federación de la provincia de Pontevedra, José Antonio Gómez. Ambos dejaron constancia de su disposición a participar en cualquier acto organizado con el fin de "defender la Ría de Vigo" y, en consecuencia, la conservación de los recursos naturales de la zona.
"La Federación Gallega va a estar ahí, porque sufrimos las imprudencias urbanísticas y a raíz de eso estamos entrando en zonas prohibidas para el marisqueo", apuntó Benito González para argumentar que "el mar es patrimonio de todos".
La presencia de la Federación nacional y gallega hizo al Patrón Mayor de Cangas, Evaristo Fernández, sentirse "muy respaldado" en su lucha, aunque adelantó que no va a cesar en la búsqueda de "apoyos". Así, anunció, además, su intención de comenzar "una lucha distinta a la de ahora". "Eso no quiere decir que la llevada a cabo hasta ahora no sirva, pero contar con el respaldo de las Federaciones da más moral para seguir apostando contra esta barbaridad", expresó Fernández.
MENSAJES A CAIXANOVA
El Patrón Mayor tuvo palabras para Caixanova, Marina Atlántica --empresa propietaria-- y para el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández. A la entidad bancaria y a la empresa propietaria de la conservera les advirtió de que "no van a ser capaces de hacer esa barbarie que se llama puerto deportivo" porque, considera, "no tiene ninguna razón de ser que arropen un proyecto que sólo defiende a una empresa".
Así, recordó que las Cofradías de la ría de Vigo representan a 389 empresas y señaló que "cada una de ellas está formada, como mínimo, por dos familias". "Somos empresas más pequeñas que Marina Atlántica, pero tan dignas como ella", apostilló Evaristo Fernández.
En cuanto a la actuación de la Guardia Civil, el representante de los pescadores de Cangas avisó a la Subdelegación del Gobierno de que los detractores de Massó "van a seguir con la lucha, a pesar de los palos". Dijo que no se va a consentir que "la barbarie" siga adelante.
CONCENTRACIÓN DE BARCOS
Tanto Evaristo como el resto de la directiva de las otras Federaciones comparecieron en rueda de prensa después de que un centenar de embarcaciones de pesca de bajura recorriesen la ría de Vigo y se concentrasen frente a la conservera simulando el perímetro de los rellenos previstos en el proyecto de Marina Atlántica para el Puerto Deportivo.
Según informó a Europa Press Javier Costa, pescador miembro de la Cofradía 'San Xosé' de Cangas, los rellenos tendrían una dimensión de 180 metros de diámetro y 450 de perímetro. Asimismo indicó que los efectos para el banco de marisco serán "devastadores" y provocará la pérdida de entre 400 y 500 empleos del sector. "Nos están tratando como delincuentes cuando no lo somos", concluyó.
