PALMA, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Se cumple un año del derrumbe de la terraza del Medusa Beach, la tragedia que sacudió Playa de Palma y en la que murieron cuatro personas y una veintena resultaron heridas.
El año de la tragedia mortal llega a pocas semanas del inicio del procedimiento judicial. El propietario está llamado a declarar en los juzgados y se enfrenta a una acusación de cuatro homicidios por imprudencia.
Las alarmas saltaron a las 20.30 horas de aquel jueves 23 de mayo, momento en que se alertó del derrumbe de la terraza de un local de la calle Cartago de esta popular zona de ocio de Palma con una veintena de personas en su interior y se movilizaron los servicios de emergencias, entre ellos el SAMU, Policía Local de Palma y Bomberos de Palma. Una grúa tuvo que levantar los escombros para rescatar a las personas atrapadas.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad tuvieron que pedir silencio a todas las personas que están rodeando la infraestructura, ubicada en primera línea, para escuchar si quedaba alguien atrapado.

Pronto comenzó el conteo de pérdida de vidas, hasta confirmarse las cuatro muertes: dos turistas alemanas de unos 20 años, una trabajadora española de 23 años y un hombre senegalés de unos 44 años.
La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación para esclarecer las circunstancias que desembocaron en el derrumbe mortal y, rápidamente, se apuntó al sobrepeso de la terraza.
Agentes de medios aéreos y policía científica colaboraron con bomberos y técnicos de urbanismo del Ayuntamiento de Palma en el esclarecimiento.

La clave llegó a las pocas semanas. El alcalde de Palma, Jaime Martínez, trasladó las principales conclusiones que derivaron de la investigación: la terraza del Medusa Beach Club no disponía de licencia de actividad ni de ocupación. La principal hipótesis se dirigió hacia la suma de los sobrepesos provocados por unas obras anteriores y por una sobrecarga de comensales.

El Ayuntamiento de Palma trasladó el contenido de los informes técnicos a la Policía Nacional y a la Fiscalía. El propietario fue detenido días después y quedó en libertad. Está previsto que el próximo 24 de junio declare en el juzgado de instrucción.