La economía balear rozará el crecimiento cero o negativo en 2009

Actualizado: sábado, 31 enero 2009 14:35

PALMA DE MALLORCA, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

La economía balear rozará en el año 2009 un crecimiento cercano al cero o alcanzará tasas negativas, si bien el Govern no contemplan por ahora el escenario de la recesión y confía en cerrar el año con un crecimiento del 0,8 por ciento.

Según informó el conseller Carles Manera, en el próximo informe de coyuntura económica, que se presentará el mes de marzo, se realizará una "revisión a la baja" de las perspectivas de crecimiento para este año, por lo que podría rozarse el crecimiento cero. Asimismo, aseguró que esta baja se realizará "en función de cómo se produzcan los acontecimientos".

Sin ebargo, las perspectivas del Govern son poco optimistas y la revisión del crecimiento para este año obliga al Ejecutivo a reducir las previsiones iniciales. A la espera de cerrar el pasado año, el Govern mantiene que la economía balear habrá crecido en 2008 entre un 1,3 y un 1,8 por ciento.

Esta coyuntura sitúa a la economía balear en un escenario más positivo gracias a la fortaleza de su mercado laboral y al dinamismo de la propia economía, con una. Además, Baleares se encuentra en un punto de contracción mínimo en relación a diciembre de 2007, del orden del 0,7 por ciento, por lo que el conseller aseguró que las islas son capaces de generar "mucho trabajo" aunque el número de personas que quieren entrara en el mercado laboral es también es "muy elevado".

ESPAÑA ENTRA EN RECESIÓN

Esta semana, el Banco de España hizo públicos los datos que revelaron que la economía española entró en recesión en el cuatro trimestre del 2008, tras caer un 1,1% en tasa intertrimestral y después de registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

En tasa interanual la economía cayó un 0,8% entre septiembre y diciembre, como consecuencia, sobre todo, de una reducción de la demanda nacional que no pudo ser compensada por la demanda exterior neta. Con este cierre de año, la economía creció en el conjunto de 2008 un 1,1%, cifra que, según la entidad emisora, representa una "sustancial desaceleración" en comparación con la cifra registrada en año anterior (3,7%).

La cifra dada para el conjunto del año es inferior a la que planteó el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, este mismo mes cuando presentó el nuevo Programa de Estabilidad Presupuestaria y anunció un incrementó del PIB del 1,2% en el conjunto de 2008 y una contracción del 1,6% en 2009.

La entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez asegura que la economía española ha experimentado a lo largo de 2008 "un ajuste muy severo", agravado por la prolongada situación de inestabilidad en los mercados financieros internacionales, que está generando un "intenso debilitamiento" de la actividad económica mundial, una acusada pérdida de confianza y un endurecimiento de las condiciones de financiación del sector privado.

Según el Banco de España, el "pronunciado declive" del ritmo de crecimiento a lo largo de 2008 se produjo como consecuencia de la "intensa ralentización" de la demanda nacional, que registró una tasa de avance promedio del 0,4%, frente al 4,2% registrado en 2007, como consecuencia del debilitamiento de todos sus componentes, excepto del consumo público, que mantuvo registros similares a los del año previo.

EL CONSUMO, EL DATO MÁS NEGATIVO.

En este contexto, el Banco de España señala que el gasto de los hogares experimentó una "contracción más intensa" en el cuarto trimestre que en el trimestre precedente y se redujo en una tasa interanual algo superior al 1,5%, por lo que, en el conjunto del año, resultó ser el componente de la demanda interna que más contribuyó a la desaceleración del PIB, por encima de la inversión residencial.

El consumo se vio afectado por el clima de desconfianza inducido por las convulsiones de los mercados financieros y por el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas generales, aunque la destrucción de empleo y el endurecimiento de las condiciones de financiación también contribuyeron a retraer las decisiones de gasto de los consumidores, amortiguando los efectos expansivos sobre la renta disponible.