El ex gerente de S'Institut dice que Ballester y Moisés informaban de decisiones que parecían ya tomadas por ellos

El imputado asegura que nunca apreció "el menor indicio de que todo lo que decían" no estuviese avalado por informes técnicos y jurídicos preceptivos

Europa Press Islas Baleares
Actualizado: martes, 22 septiembre 2009 19:48

PALMA DE MALLORCA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ex gerente de S'Institut de Serveis Socials i Esportius de Mallorca, José Luis Rosselló, que fue nombrado por parte del Consell vocal del consorcio para la construcción del Palma Arena, afirmó hoy ante el juez que en las tres reuniones de este órgano a las que asistió, el ex director general de Deportes, José Luis 'Pepote' Ballester, y el ex gerente del consorcio, Jorge Moisés, informaban de la marcha de las obras del velódromo y de decisiones que "daba la impresión de que ellos ya habían tomado".

Así lo puso de manifiesto en calidad de imputado ante el magistrado que instruye el caso Palma Arena, José Castro, en torno a las presuntas irregularidades que rodearon a la ejecución de la infraestructura y que provocaron su desfase presupuestario. No obstante, en su comparecencia Rosselló aseguró que nunca apreció "el menor indicio de que todo lo que Ballester y Moisés decían" no estuviese avalado por informes técnicos y jurídicos preceptivos.

Durante su interrogatorio, que arrancó a las 12.30 horas y se prolongó por espacio de aproximadamente una hora y media, el imputado, asistido por el letrado Víctor Mercedes Martín, incidió en esta misma línea en que "nunca se apreciaron elementos para sospechar que existieran irregularidades administrativas" en el proceso. Tal y como explicó, Rosselló fue nombrado vocal a propuesta de la entonces presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar.

En concreto, se incorporó al consorcio en junio de 2006 y en los encuentros en los que participó, entre junio y octubre de ese año, en "ningún momento" se planteó la necesidad "de ninguna votación aunque fuese en un ambiente informal o amigable", al tiempo que negó haber visto nunca un acta.

Preguntado sobre si podría mencionar algún tema que le resultase llamativo de los abordados en los encuentros como destituciones y nombramientos de arquitectos, patrocinios, campañas de publicidad o adjudicaciones de fases de obras, manifestó que cuando se incorporó "quizás ya se habían abordado antes". Según subrayó en este sentido el declarante, cuando entró en el consorcio ya faltaba "muy poco tiempo" para la celebración del Mundial de Ciclismo de 2007 y "la impresión era que el proyecto ya estaba muy avanzado".

Tal y como relató ante el juez, en las reuniones a las que asistió solamente se dio cuenta a cuestiones de obra no deportivas en general y manifestó que nunca vio un informe técnico. Mientras, a preguntas de su propio letrado, aseguró que no ha firmado ningún documento relacionado con el consorcio, los proyectos o la construcción del velódromo, toda vez que aseguró que no tenía "ningún fondo público" a su disposición, "ni el Consell hizo aportación financiera alguna".

En relación a los encuentros del consorcio, manifestó que eran Ballester y Moisés quienes "empezaban las reuniones, las continuaban y las daban por terminadas", al tiempo que, preguntado por quién las presidía, éstos eran "los que explicaban". También afirmó, en referencia a ambos imputados, que "la sensación era que Ballester tenía un predominio, no ya orgánico sino fáctico, sobre Moisés".

Por último, el encausado negó haber recibido "nunca ninguna instrucción" del Consell sobre cómo tenía que desempeñar su cargo en este órgano, en el que según aseveró nunca tuvo ningún papel ejecutivo, y señaló que los vocales eran convocados a las reuniones vía fax y éstas se celebraban en el Consolat de Mar.

"SE REFUNDÍAN VARIAS FACTURAS EN UNA SOLA"

Cabe destacar que la declaración de Rosselló se produjo después de que también compareciesen ante el juez en calidad de testigos el ex director del polideportivo Príncipes de España, Llorenç Vallespir, así como Pedro Antonio Comas, que fue trabajador dependiente del director de la empresa de comunicación Nimbus, Miquel Romero, imputado dentro de este mismo procedimiento.

En su deposición, Comas, tras explicar que trabajó para Romero entre enero de 2005 y mayo de 2007, aseguró desconocer que en Nimbus se barajaran facturas falsas aunque admitió que a veces, "por exigencias de la administración, se refundían varias facturas en una sola". En este sentido, preguntado por cómo llamaban a este tipo de facturas, respondió que "falsas".

Cabe recordar que el juez y la Fiscalía Anticorrupción investigan posibles irregularidades en los contratos de obras durante la ejecución del Palma Arena, proyecto estrella durante la pasada legislatura del PP, que podrían haber duplicado el presupuesto de esta infraestructura hasta superar los 100 millones de euros. Así, se investigan los presuntos delitos de malversación, prevaricación, cohecho y falsedad documental.

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