PALMA, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
La que fuera portavoz de Vox en el Parlament balear Idoia Ribas ha revelado este jueves presiones para "desviar ingentes cantidades de dinero" del grupo parlamentario al partido, respondiendo así a las acusaciones del secretario general, Ignacio Garriga, que calificó de "estafadores" a los diputados que en Baleares han abandonado la formación.
En una rueda de prensa en la Cámara autonómica, la ahora diputada no adscrita, junto a Agustín Buades y la exconsellera insular de la formación en Menorca Maite de Medrano, Ribas ha calificado de "intolerables" las acusaciones de Garriga, lanzadas este miércoles en una visita de trabajo a Palma, y ha asegurado que una de las primeras decisiones de la actual portavoz, Manuela Cañadas, fue pasar del 10 al 50 por ciento el dinero del grupo al partido, a sus espaldas y sin autorización.
Ella misma, ha explicado, ya se había negado en primera instancia cuando era portavoz y con el apoyo de todo el grupo parlamentario a superar el 10 por ciento de transferencia del dinero del grupo al partido.
También ha desvelado las intenciones de Cañadas de forzar elecciones anticipadas en abril de 2024. Idoia Ribas se ha referido a mensajes de la actual portavoz al inicio de aquel año, apuntando a la intención de la dirección nacional de dinamitar el acuerdo de investidura y forzar la convocatoria de elecciones. "La intención de Vox no era avanzar en las políticas sino dinamitar la legislatura", ha indicado.
Según ha señalado, la oposición a esta estrategia fue la que dio origen a las presiones y a una "purga" por parte de la dirección nacional y que desembocó en la implosión del grupo parlamentaria.
En este mismo escenario ha situado una conversación anterior con el secretario general nacional en la que éste le adelantaba la intención de apartar a la entonces presidenta en Baleares, Patricia de las Heras. "Me mintió y me distanció de ella", ha recordado.
"Gracias a aquella implosión no se dio oportunidad a la izquierda de volver a gobernar", ha añadido.
Ribas también ha recordado las negociaciones para lograr la investidura de Marga Prohens fruto de un acuerdo que era "peor que un mal chiste" y que ella en primera instancia se negó a firmar porque estaba siendo negociado desde Madrid "con Prohens al teléfono".