El exalcalde de Bunyola afirma que no le comunicaron que la farola con la que murió un joven estaba averiada

Jaume Isern, exalcalde de Bunyola, en juicio
EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 14 julio 2016 14:28

El electricista municipal, también acusado, atribuye los daños de la farola "a un ratón o un saltamontes que hubiera hecho algo"

PALMA DE MALLORCA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El exalcalde de Bunyola Jaume Isern, quien desde este jueves se sienta en el banquillo de los acusados a raíz del fallecimiento, en agosto de 2014, de un joven de 18 años tras electrocutarse con una farola averiada en las fiestas del municipio, ha asegurado que "en ningún momento me comunicaron que había problemas" con el estado de la instalación eléctrica.

Así lo ha puesto de manifiesto a preguntas de la fiscal María Moretó durante el juicio que ha arrancado en el Juzgado de lo Penal número 4 de Palma. También está siendo juzgado un electricista municipal. La Fiscalía solicita un año y medio de cárcel para cada uno de ellos por un delito de imprudencia grave con resultado de muerte.

Tras ser inquirido por la representante del Ministerio Público, el exprimer edil se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular. Preguntado por su abogado, Eduardo Valdivia, Isern ha manifestado que aún no había accedido al cargo cuando el Consistorio solicitó presupuesto para la mejora de la instalación eléctrica de Bunyola.

La jornada se ha iniciado con incidentes. A las afueras de los Juzgados de Vía Alemania se han congregado tanto familiares del fallecido como de los inculpados, quienes a su llegada a las dependencias judiciales han sido increpados a gritos de "asesinos".

También han acudido, a prestar su apoyo al exalcalde, el presidente del PP balear, Miquel Vidal, el recién nombrado secretario general del partido, Sebastià Sagreras, y el expresidente del Parlament Pere Rotger, entre otros miembros de la formación.

Una vez dentro de la sala de vistas, la jueza ha decretado que única y "estrictamente" accedan familiares de las partes, de tal modo que numerosas personas han quedado fuera.

En el turno del electricista, éste ha manifestado que las farolas del municipio "nunca habían dado problemas" y que, "en sí, no se revisan sino que se cambia la luz si se precisa". "Hay unas 600 farolas en Bunyola, no requieren revisión periódica", ha incidido.

Durante su interrogatorio, el inculpado, quien también ha eludido responder a las preguntas de la acusación particular, ha llegado a atribuir al paso de algún animal los posibles daños de la farola: "Como no hubiera habido un ratón o un saltamontes el que hubiera hecho algo...", ha apuntado en este sentido.

LAS FAROLAS "SE PODÍAN ABRIR SIN PROBLEMAS Y SER MANIPULADAS"

De hecho, ha explicado que, puesto de día el alumbrado no funciona, se podía abrir sin problemas y ser manipulado. El funcionario ha señalado que las farolas "se abrían con cualquier cosa, pasaba mucha gente y era muy fácil, como vaciar una tapadera". "¿Para qué, para hacer una gracia?", le ha preguntado la fiscal. "Sí, para eso", ha respondido.

Por su parte, varios testigos han manifestado que tiempo antes también habían tenido un percance con la farola, pero sin consecuencias. Uno de ellos ha señalado que vive cerca de la zona donde está ubicada y un día antes de los hechos que se están juzgando, "la toqué pero no le di importancia; sufrí una pequeña descarga pero no lo comuniqué al Ayuntamiento".

Del mismo modo, un guardia civil que actuó en el momento de los hechos ha recordado que, tras recibir el aviso, acudió al lugar y vio "a un chico tumbado en el suelo echando sangre por la boca". Junto a él, ha relatado, se encontraba su hermano pequeño mientras que un amigo le contó que el fallecido había ido a orinar por la zona, "se apoyó en la farola, le dio un calambrazo, se quedó pegado en ella. Tuvieron que tirar de él".

El mismo agente ha recordado que varios testigos decían que habían dado parte al Ayuntamiento de que las farolas "no funcionaban bien". Otro guardia civil ha apuntado que fueron a revisar el cableado y fue entonces cuando comprobaron que "el cuadro era un desastre y no gobernaba la farola".

Mientras, un Policía Local de Bunyola ha explicado que fueron requeridos porque "un chico había recibido una descarga, me dirigí allí y, al ver el estado del chico, llamé al 112; hicimos maniobras de reanimación pero no reaccionó". También se avisó al alcalde. "Hubo comentarios de que esta farola daba descargas pero a nivel del Ayuntamiento no hubo ninguna queja. De saber que había averías hubiera informado al Ayuntamiento".

Interrogado el forense que actuó tras el fallecimiento, ha manifestado que la muerte se debió a la electrocución puesto que todos los órganos estaban bien y "se encontró un punto de entrada de electricidad en el pectoral izquierdo y salió por el pie derecho".

DESCARGA DE 137 VOLTIOS

En concreto, los hechos tuvieron lugar sobre las 00.30 horas del 31 de agosto de 2014, cuando la víctima se subió a la balaustrada en la que se encontraba la farola y, apoyándose en la misma, recibió una descarga eléctrica de al menos 137 voltios, lo que produjo su fallecimiento.

El Ministerio Público señala en su escrito de acusación provisional que ni Isern ni el funcionario adoptaron "las más mínimas normas de cuidado" para el mantenimiento del alumbrado público de Bunyola.

En el caso concreto de la farola, ésta, ubicada en el Passeig Antoni Estarellas, presentaba en el báculo -carcasa exterior- deficiencias en su protección mecánica, careciendo de estanqueidad y faltando el fusible de protección. En su lugar fue colocado un conductor, de modo que existía conexión entre éste -que estaba activo- con la carcasa exterior.

La farola es propiedad del Ayuntamiento que, como responsable de su mantenimiento, tiene suscrito un seguro de responsabilidad civil por el que fueron indemnizados los padres del fallecido con 150.000 euros.