Archivo - Electrodomésticos y calles inundadas tras el paso de una tormenta. - Fabián Acidres - Europa Press - Archivo
PALMA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
De los 463.188 habitantes que viven en Palma y Marratxí, hasta 164.991 (35,62%) viven en zonas atravesadas por los torrentes Gros y de'n Barberà, lo que las convierte en áreas con elevado riesgo de inundación.
Es una de las conclusiones de un estudio del grupo consolidado de I+D+i de Geosistemas Mediterráneos y Riesgos Naturales (GeoMedRisk), adscrito al Instituto de Investigaciones Agroambientales y de Economía del Agua (Inagea) de la Universitat de les Illes Balears (UIB).
Los investigadores han podido identificar, además, cuáles son las áreas que presentan una vulnerabilidad social más elevada ante el riesgo de inundación. Estas áreas más vulnerables se concentran al este de Palma en zonas próximas al curso de los dos torrentes y donde se concentra un porcentaje elevado de población migrante con ingresos bajos: Pere Garau, Son Canals o el Rafal Vell, entre otros.
El equipo ha desarrollado una nueva metodología para evaluar la vulnerabilidad social ante los efectos de las inundaciones repentinas. Esta metodología ha estado objeto de un artículo que se ha publicado recientemente en la revista científica 'International Journal of Disaster Risk Reduction'.
La vulnerabilidad social se entiende como el impacto que tienen las inundaciones sobre las personas, pero también sobre las infraestructuras relacionadas con su bienestar, de forma que tiene en cuenta tanto los daños personales como los socioeconómicos que causan estas catástrofes y que alteran el bienestar social.
La metodología que ha desarrollado el equipo de la UIB integra diferentes tipos de datos geográficos como físicas, demográficas y socioeconómicas para crear un indicador de vulnerabilidad social hacia el riesgo de inundación.
Para hacerlo, los investigadores han usado la lógica difusa, una herramienta matemática de uso habitual en la toma de decisiones en contextos de incertidumbre.
Gracias a esta metodología, los investigadores disponen de una herramienta que analiza de manera detallada la distribución espacial de la vulnerabilidad y que puede ayudar las administraciones a priorizar acciones preventivas y a mejorar la gestión del riesgo.
EL CASO DE PALMA: LA VULNERABILIDAD SE CONCENTRA EN EL ESTE
Los investigadores del grupo GeoMedRisk han puesto a prueba esta nueva metodología con el análisis de los municipios de Palma y Marratxí, en Mallorca.
Este espacio geográfico, fluvialmente conocido como el pla de Palma, es atravesado por los torrentes Gros y d'en Barberà, que lo convierten en una área con un riesgo potencial de inundación elevado.
El estudio muestra que de los 463.188 habitantes que viven en los municipios de Palma y Marratxí, 164.991 se pueden ver afectados por las inundaciones de estos dos torrentes, es decir, el 35,62% de la población.
Además, gracias a la herramienta, los investigadores han podido identificar cuáles son las áreas que presentan una vulnerabilidad social más elevada ante el riesgo de inundación.
Estas áreas más vulnerables se concentran al este de Palma en zonas próximas al curso de los dos torrentes y donde se concentra un porcentaje elevado de población migrantes con ingresos bajos como Pere Garau, Son Canals o el Rafal Vell.
Es precisamente en estas áreas dónde, además, se concentran numerosas infraestructuras y servicios esenciales para el bienestar social (centros educativos, asistenciales, sanitarios y de protección civil) y que -en caso de afectación por una inundación- agraviarían los impactos, además de dificultar las tareas de gestión postcatástrofe.
De este modo, dentro del área potencialmente inundable hay 20 centros asistenciales (39% de los centros de Palma y Marratxí), 71 de educativos (33%), 16 de sanitarios (35%) y el parque de bomberos de Son Malferit.
Así, la investigación destaca que no todas las zonas urbanas son igualmente vulnerables ante las inundaciones repentinas. En Palma, se da la casuística de que los barrios con menos recursos son, a la vez, los más densamente poblados y dónde, por lo tanto, se encuentra una red más densa de servicios para la población. Todo ello implica que son las zonas donde se prevén los daños más graves durante un episodio de inundación.
VULNERABILIDAD SOCIAL VS RIESGO DE INUNDACIÓN
Este estudio de la UIB no analiza el riesgo de inundación, sino que se centra de manera específica en la vulnerabilidad social asociada a este riesgo, según han explicado.
Si el riesgo de inundación se refiere a la probabilidad de que tenga lugar esta catástrofe natural, la vulnerabilidad social se refiere a la posibilidad que esta inundación comporte consecuencias devastadoras para la sociedad, teniendo en cuenta el conjunto de factores socioeconómicos, culturales e institucionales que afectan la capacidad de una sociedad para afrontar las inundaciones y recuperarse (resiliencia), y las personas y bienes que puedan verse afectados (exposición).
En el ámbito práctico, una zona con un riesgo de inundaciones elevado puede tener una vulnerabilidad baja si dispone de edificios adaptados, población informada y protocolos de evacuación eficaces.
En un contexto marcado por el incremento de episodios meteorológicos extremos a causa del cambio climático y la elevada ocupación del territorio, la metodología que propone el equipo de la UIB es una herramienta clave para proteger y concienciar a la población, así como reducir el impacto de 'torrentades' futuras. La investigación subraya la importancia de una planificación urbana más resiliente y de una respuesta social coordinada ante los nuevos desafíos ambientales.