PALMA DE MALLORCA, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Manos Unidas recaudó durante el 2008 en Mallorca un total de 309.513 euros de socios y personas anónimas que realizaron aportaciones desinteresadas para que esta organización pueda ejecutar en más de 60 países castigados por el hambre importantes proyectos de cooperación y desarrollo. Según datos de la FAO, 963 millones de personas pasan hambre en el mundo, un 9 por ciento más que en 2006.
Según informó la portavoz de Manos Unidas en rueda de prensa, Maria Ignacia Chacartegui, los países occidentales "no entienden" que sólo si todos reman en la misma dirección, con acciones conjuntas y coordinadas, será posible combatir esta lacra, que vulnera el derecho fundamental a la alimentación.
Sin embargo, el panorama es desolador, según apunta Chacartegui, y cada vez son más las personas que no tienen recursos para sobrevivir. Alrededor de 2.700 personas viven en la miseria más absoluta y más de 160 millones sobreviven con menos de un dólar al día.
El mayor "desespero", según apuntó, es que los países occidentales se "escudan" en sus problemas financieros para cerrar el grifo de la solidaridad. La reciente Conferencia de la FAO que se celebró en Madrid se saldó con un gran "fracaso", y sólo España se comprometió a destinar 1.000 millones de euros en los próximos cinco años, mientras el resto de participantes argumentaron problemas económicos para no arrimar el hombro.
Con el fin de cambiar esta mentalidad, Manos Unidas iniciará mañana una campaña en Mallorca con la que pretende sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de ser solidarios. Así, la portavoz enfatizó que hay que sacar a los jóvenes de la "burbuja" de la seguridad y del confort en la que viven para que se den cuenta de lo que sucede fuera de las fronteras de su país.
En este sentido, afirmó que los jóvenes están sin embargo "obsesionados" con la cooperación y todos desean una vez en la vida, antes de establecerse en pareja, realizar una estancia en el tercer mundo. No obstante, prosiguió, están "muy desorientados" y desconocen los procedimientos de la cooperación. "Necesitan una buena preparación y ser capaces de relacionar sus planteamientos vitales y económicos con las necesidades de los países subdesarrollados", agregó.
En este contexto, Julio Falagán, misionero en Nicaragua desde hace más de veinte años, subrayó que la cooperación debe hacerse pensando en que "los pobres deben ser el verdadero agente de desarrollo". Hay que luchar "por la dignidad de las personas" y preparar a estas sociedades para que sean capaces de hilar sus propios sistemas productivos. Lo que no podemos hacer, remarcó, "es que los inmigrantes se conviertan en embajadores del modelo occidental en sus países de origen".
"Lo que para nosotros es desarrollo para ellos puede ser esclavitud y falta de respeto a su cultura", apostilló. Manos Unidas lucha desde hace 50 años por erradicar el hambre y la pobreza en el mundo. Sólo en 2008 recaudó 53,6 millones de euros y financió 774 proyectos educativos, sociales, sanitarios, de promoción de la mujer y agrícolas.