El PP critica que Jaume Far se desdiga ahora de las presiones que aseguró que había recibido

PALMA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

La portavoz adjunta del PP en el Parlament, Nuria Riera, ha criticado este miércoles que el exdirector de la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción de Baleares, Jaume Far, se haya desdicho ahora de las presiones que hace meses aseguró que había recibido y que habrían motivado su dimisión.

"A qué Far tenemos que creer, al que en noviembre dijo que había presiones o al de ahora, que ha dicho que no las hubo? ¿Quién miente?", se ha preguntado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces en la Cámara autonómica.

Riera ha criticado que Far, que ha comparecido en la Comisión de Asuntos Institucionales y Generales del Parlament, no haya respondido a las preguntas que le ha formulado en relación a las contrataciones de emergencias, a las presiones o a la intencionalidad política en relación al informe de la Sindicatura de Cuentas. "Ha dicho más con sus silencios que con sus palabras y ha demostrado que la Oficina es un paripé", ha concluido Riera.

También en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, la portavoz del PSIB en la Cámara, Pilar Costa, ha lamentado la actitud "impresentable" del PP y su utilización "torticera" de la cuestión de las presiones.

"Hemos llegado al final de una película que solo estaba en la cabeza del PP", ha apuntado Costa para quien ha quedado claro en la comparecencia que Jaume Far no sufrió presiones.

Sobre el relevo al frente de la Oficina, Costa no ha revelado si los partidos del Pacte barajan algún nombre y ha insistido en que los temas internos quedarán dentro de las reuniones que se produzcan.

En la misma línea, el portavoz adjunto de MÉS per Mallorca, Josep Ferr, ha asegurado que tras la comparecencia "todas las presiones han quedado desmentidas y los fantasmas han desaparecido".

También sobre Jaume Far, la portavoz de Cs, Patricia Guasp, ha destacado que a preguntas suyas, el exdirector haya reconocido que la Oficina es "incómoda".

"Los ciudadanos necesitan saber que las instituciones están siendo controladas por una oficina eficiente e imparcial", ha concluido.