PALMA 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha asegurado que las legalizaciones extraordinarias de edificios fuera de ordenación en suelo rústico no suponen "ni un palmo de cemento más".
Así lo ha dicho este jueves en declaraciones a los medios de comunicación al finalizar el acto en el que se ha oficializado la adquisición de cuatro fincas públicas de Artà.
La líder autonómica ha sido cuestionada acerca de los datos recogidos por el Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (Coaib) en su informe del primer semestre de este 2025, en el que señalan que las legalizaciones en rústico --medida que contempla la ley de simplificación administrativa y que ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional-- han impulsado la actividad constructiva.
"Se tienen que valorar muchas cosas de lo que dijo el Colegio de Arquitectos. Dijeron que no se puede crecer indiscriminadamente en rústico, y desde el Govern estamos completamente de acuerdo", ha subrayado Prohens, quien ha recordado que las "grandes leyes de protección del rústico y del paraje natural" surgieron de Ejecutivos liderados por el PP.
A su parecer, el incremento de la actividad constructiva en rústico se circunscribe únicamente al proceso de legalización extraordinaria de aquellos edificios fuera de ordenación cuya ilegalidad ya ha prescrito y, por lo tanto, no pueden ser derribados.
"No supone crecimiento, ni un palmo de cemento más, ni una piscina, ni un porche", ha subrayado la presidenta regional, quien ha incidido en que para acogerse a esta posibilidad se exige a los propietarios que lleven a cabo medidas "muy contundentes" dirigidas a fomentar las energías renovables o preservar el paisaje.
LAS ÁREAS DE TRANSICIÓN
No obstante, Prohens ha defendido la posibilidad de construir en las áreas de transición, algo que la recientemente aprobada ley para la obtención de suelo permite llevar a cabo incluso antes de haber agotado las zonas catalogadas como urbanizables.
"Las áreas de transición no son suelo rústico como tal. Si fuesen rústico no se llamarían áreas de transición, sería rústico, ANEI, ARIP o cualquiera de las figuras de protección. Si existen las áreas de transición es porque alguien ha pensado que las ciudades tienen que crecer hacia esas áreas", ha justificado.
En el caso de Palma, ha insistido, estas fueron "pintadas y elegidas" por el anterior equipo de gobierno municipal del PSOE y MÉS y quedaron plasmadas en el planeamiento urbanístico que aprobaron a finales de la pasada legislatura.
"No hay más flexibilidad para construir en rústico, todo lo contrario. Estas áreas de transición vienen no como estaban hasta ahora, sino con características muy concretas: vivienda con algún régimen de protección y para gente de aquí. No es construir para que venga más gente y seguir engordando el problema enorme del crecimiento demográfico, sino para la gente que ya vive aquí pero que no puede acceder a una vivienda en condiciones de dignidad y a un precio asequible", ha reivindicado.
La presidenta del Govern, haciendo referencia a otros de los datos recogidos por el Coaib en su informe, ha celebrado que se haya frenado la construcción de las viviendas unifamiliares "de lujo", "una constante la legislatura pasada", y se haya reactivado la de plurifamiliares.