Proyecto Hombre cuenta con cien voluntarios más que en 2006 hasta llegar a los 361

PALMA DE MALLORCA 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Proyecto Hombre, la organización que se encarga de guiar a personas toxicómanas en el proceso de rehabilitación, cuenta con cien voluntarios más que hace cuatro años, hasta llegar a los 361, y que se dedican a desarrollar tareas de apoyo a los profesionales de la asociación y a los mismos usuarios.

El encargado de recursos humanos de la organización, Pau Buades, ha destacado este martes que de los 361 voluntarios, más de la mitad ha dedicado "durante más de dos años, parte de su tiempo a nuestra entidad". Desde la organización, "se valora muy positivamente esta cifra".

Otro dato significativo es que la media de edad de los voluntarios se encuentra en 55 años. De hecho, el mayor porcentaje de personas que ofrecen sus servicios gratuitamente a Proyecto Hombre, un 35%, se sitúa en la franja de edad de más de 65 años. Según Buades, se trata de voluntarios que "expresan sus ganas de ayudar porque son gente que se siente activa".

De esta manera, las tareas que desarrollan los voluntarios son, tal y como ha explicado el encargado de recursos humanos, "muchas y muy diversas, pero las hemos dividido en cuatro grandes grupos". Así, el 65% de los voluntarios desarrollan "tareas de colaboración con el equipo terapéutico enfocado a usuarios y familiares que se encuentran en tratamiento". Esto incluye desde colaboración en los talleres hasta acompañamiento de los usuarios.

Los tres bloques restantes se dividen en actividades administrativas, con personas "con mucho bagaje profesional que provoca una integración rápida"; en servicios complementarios, como la investigación y la interpretación de datos y estudios y en otras actividades puntuales, un grupo que se compone de personas que "no pueden comprometerse con un horario, pero sí que ayudan cuando se trata de organizar eventos".

Asimismo, Buades ha explicado que en la fase de rehabilitación, en las últimas fases del tratamiento, "trabajamos mucho la motivación de los usuarios para que hagan de voluntarios en otras organizaciones porque pensamos que es una buena manera de poner en práctica los valores adquiridos durante la rehabilitación". Así, "un tercio de las personas que recibieron el alta terapéutica, realizan actividades de voluntariado".

Por su parte, el presidente de la entidad, Tomeu Català, ha enfatizado que cuando una persona "lleva muchos años en la adicción, llega a un punto en el que le importa muy poco todo lo demás, sólo piensa en cómo puede conseguir la droga". Català ha señalado que "cuando ven que una persona ayuda a cambio de nada, que lo hace gratuitamente, se sorprenden. Se trata de una aportación para estas personas, ven que alguien les escucha sin ningún interés económico", ha aseverado.

Asimismo, durante la presentación de estos datos, que ha tenido lugar en el mismo centro de la organización, Margalida Mora, que hace 22 años que realiza tareas de voluntariado en la entidad, ha contado su experiencia ayudando a los usuarios. "Trabajo en una farmacia cerca de Son Banya y no os podéis imaginar la alegría que uno siente cuando ves a una persona que en su momento te venía a comprar jeringuillas y ahora está rehabilitada y con el alta", ha indicado.

Por otra parte, Mora, que se ha mostrado muy emocionada durante su intervención, también ha puesto en relieve la parte negativa. "A veces tiene una parte dura, que se manifiesta cuando alguien abandona el proyecto y después viene a la farmacia a por jeringuillas", ha lamentado.

Otro de los voluntarios, Oscar González, que tan sólo hace un año que es parte del proyecto, ha explicado que "al principio uno se implica demasiado y cuando ves por la calle a alguien que ha abandonado, se te parte el corazón. Todos sabemos diferencias entre el bien y el mal y dejar de ser drogodependiente, al final, depende de ellos".