Tres detenidos en Mallorca relacionados con una trama que falsificaba carnés de conducir

Los Mossos d'Esquadra han detenido a otras 11 personas en Girona

Los 11 detenidos en Girona han quedado en libertad provisional

Están relacionados con los más de 600 que se detuvieron en mayo del año pasado

GIRONA/PALMA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han detenido a 14 personas, 11 en Girona y tres en Mallorca, en el desarrollo de una investigación relacionada con una trama que falsificaba carnés de conducir.

Los arrestos se produjeron este lunes y, respecto a los detenidos en Girona, el Juzgado de Instrucción 1 de la ciudad ha acordado libertad provisional.

En un comunicado este jueves, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha explicado que los detenidos se acogieron a su derecho a no declarar, y que tendrán que estar a disposición judicial siempre que sean requeridos.

Asimismo, estas personas siguen con la condición de investigados en el procedimiento abierto por presunta falsificación de documento público y cohecho.

DETENCIONES

Los Mossos d'Esquadra han explicado a Europa Press que este lunes se realizaron 14 detenciones, 11 en Girona y tres en Mallorca, y que estas personas se han detenido tras una investigación a raíz del operativo 'Loki', por el que en mayo fueron detenidas más de 600 personas de una presunta trama de falsificación que presuntamente lideraba un informático que había trabajado para la Dirección General de Tráfico (DGT).

A mediados de mayo de 2021, los considerados como líderes de la trama pasaron a disposición judicial y ocho ingresaron en prisión provisional mientras que seis quedaron en libertad, y el juez mantuvo la causa abierta por presunta falsedad documental, soborno, blanqueo y pertenencia a grupo criminal.

Esta organización creó y vendió más de un millar de carnés de conducir a través del informático de la DGT de Girona, que utilizaba las bases de datos para crear estos documentos, mientras otra persona conseguía los compradores.

Para conseguir un carné falsificado, según las primeras investigaciones, los responsables de la organización pedían entre 4.000 y 10.000 euros a los futuros compradores, aunque el precio podía subir dependiendo de las licencias que pedían.