Un aula en un colegio. - PIXABAY - Archivo
PALMA DE MALLORCA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sección de Enseñanza del sindicato UGT ha solicitado a la Conselleria de Educación que elabore un protocolo de actuación frente a agresión al personal de los centros educativos de Balares, similar al que existe para los casos de agresiones a profesionales sanitarios.
En un comunicado, UGT ha recordado el reciente episodio en un instituto de Palma, cuando un alumno de 13 años golpeó a una profesora. Según informó entonces la Policía Nacional, el estudiante tiró a la profesora por las escaleras y le propinó varias patadas. Después golpeó y amenazó también al director del centro.
UGT ha indicado que incidentes como éste "hacen necesario un Plan para la prevención de la violencia en los centros educativos, similar al del ámbito sanitario". Este plan debería establecer "directrices generales para desarrollar acciones de prevención y de respuesta ante situaciones conflictivas, con el objetivo de conseguir un entorno seguro para toda la comunidad educativa" y "controlar con rapidez" cualquier situación de violencia o peligro.
En este sentido, UGT plantea implantar progresivamente medidas para mejorar la seguridad en los centros docentes, "desde la atención y asesoramiento tanto psicológico como jurídico a los profesionales que han sufrido una agresión". Según el sindicato, actualmente sólo se presta asistencia jurídica en calidad de demandado. También proponen que el plan incluya cursos de formación, reconocimientos médicos y partes de lesiones hasta que el incidente sea tramitado como accidente de trabajo.
EL 40% DE LOS PROFESORES PRESENTA NIVELES DE ESTRÉS ALTOS
Según un estudio de campo realizado en España por UGT, un 40 por ciento de los docentes presenta niveles de estrés alto o muy alto debido a conductas violentas o intimidatorias entre los propios alumnos. El estrés es mayor entre las mujeres docentes. Además, UGT ha resaltado que el funcionariado interino "es el que mayoritariamente suele impartir clases a los grupos más disruptivos".
Un 34,1 por ciento de los docentes sufre semanalmente disrupciones en el aula, que obligan a usar cada vez más tiempo en orden y disciplina, mientras que un 56,5 por ciento la sufre mensualmente.
Además, un 7,4 por ciento indica haber sufrido una agresión física alguna vez, y un 2 por ciento con frecuencia; y la mitad percibe la posibilidad de ser agredido.
Respecto al porcentaje de docentes que han observado violencia entre el alumnado -insultos, agresiones físicas, maltrato psicológico o hostigamiento- el 99 por ciento de los docentes lo han observado con mucha frecuencia.
Concluye el estudio que la mayor parte de conductas disruptivas en el aula no se pueden considerar violentas, "pero es muy fácil traspasar la línea entre situaciones de disrupción y situaciones de indisciplina más graves". "Los problemas de convivencia con violencia verbal son frecuentes en educación", han recordado desde UGT, mencionando faltas de educación, contestaciones, situaciones de boicot pasivo e insultos.
Por todo ello, UGT considera que este tipo de violencia es un factor de riesgo laboral y de enfermedad profesional y que por lo tanto, según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, debería prevenirlo activamente.
UGT ha recordado que actualmente, la Conselleria tiene regulada la actuación del Equipo de Alteración del Comportamiento en los centros docentes públicos, que ofrece apoyo especializado a los centros en relación con las necesidades educativas del alumnado que presenta dificultades comportamentales; y por otro lado, cuenta con el Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar, un órgano de carácter consultivo.