UPyD censura que Bauzá y el PP "no tienen credibilidad en materia lingüística" y les acusa de "plegarse al catalanismo"

Actualizado: sábado, 9 octubre 2010 16:56

PALMA DE MALLORCA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz de UPyD, Juan Luis Calbarro, ha censurado que el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, y su partido político "no tienen credibilidad en materia lingüística" y les ha acusado de "plegarse al catalanismo" para no hacer "peligrar posibles futuros pactos con UM".

En un comunicado, Calbarro se ha referido así a las declaraciones que hizo este viernes Bauzá en las que anunció que su formación derogará el Decreto de Mínimos en la Enseñanza que obliga a los centros educativos públicos a impartir sus clases en catalán en al menos un 50 por ciento e introducirá modificaciones en la Ley de Normalización Lingüística.

Así, estas manifestaciones matizaron las que había realizado por la mañana en una entrevista a ONA Mallorca en las que avanzó que si ganaba las próximas elecciones autonómicas de 2011, derogaría la Ley de Normalización Lingüística, algo que comparte UPyD.

"Habíamos previsto que el PP se plegaría a las exigencias de UMen caso de necesitar su voto para gobernar, una vez celebradas las elecciones, y que el señor Bauzá rectificaría de lo prometido ayer por la mañana, exactamente igual que hizo su correligionario Núñez Feijoo en Galicia, que tras prometer libertad de elección en las escuelas se desdijo sin haber cumplido un mes como presidente de la Xunta", ha señalado el portavoz de UPyD.

Sin embargo, Calbarro ha manifestado que su formación comprueba con "asombro y tristeza" que han bastado muy pocas horas y una "amenaza" de UM para que Bauzá haya rectificado la promesa que había hecho.

En este sentido, ha sostenido que el presidente 'popular' será "muy libre" de elegir a UM de nuevo como socio de Gobierno, pero con ello, se confirma una vez más, a su juicio, "su desinterés por la regeneración democrática".

Para el portavoz de UPyD, el PP parece "no tener claros los principios" y, en particular, el de la "primacía de la libertad individual por encima de una ley dirigista como es la Ley de Normalización Lingüística".

En todo caso, ha estimado que "nadie puede defender al mismo tiempo unos principios y sus opuestos, porque la ciudadanía ya está cansada de partidos con más complejos que principios y porque querer contentar a todos es la garantía más segura de no contentar a nadie".

Por otro lado, Calbarro ha manifestado que el resto de las fuerzas parlamentarias y la Obra Cultural Balear han reaccionado "como era de esperar, dado que llevan muchos años explotando política y económicamente el pingüe negocio de la normalización lingüística".

"En UPyD creemos que la sociedad ya es normal y no es necesario normalizar a los ciudadanos ni en virtud de la raza, ni de la religión, ni del color de los ojos, ni tampoco de la lengua", ha destacado, al tiempo que se ha comprometido a derogar la Ley de Normalización Lingüística, el llamado Decreto de Mínimos y toda la legislación y reglamentos derivados de los mismos, porque "en Baleares hace mucha falta hablar de libertad de elección y no de normalización".

REFORMA DEL ESTATUT

Además, ha adelantado que en su momento promoverá una reforma del Estatut para eliminar de su artículo 4 el "concepto erróneo de lengua propia", ya que, en su opinión, los territorios "no tienen lenguas propias, sino los individuos", de forma que lo sustituirá por el de "lenguas oficiales en pie de igualdad".

"Pese a la persistente propaganda nacionalista, desgraciadamente asumida por muchos no nacionalistas, el español no es una lengua impropia o ajena en Baleares, además de ser la materna de la mitad de los ciudadanos de las islas", ha recalcado, a la vez que ha opinado que "perjudica a los ciudadanos de Baleares relegar el español al rango de lengua meramente tolerada y, además, no es constitucional hacerlo".

Por otra parte, Calbarro ha anunciado que su formación promoverá el bilingüismo de elección "y no el monolingüismo obligatorio, en todo el ámbito público -escuelas, administraciones, medios de comunicación de titularidad pública, acceso a puestos de trabajo y subvenciones y, por supuesto, defenderá que los políticos deben abstenerse de regular las lenguas en el ámbito privado y, en particular, de desprestigiar las modalidades insulares con respecto al catalán estándar".

De esta manera, ha concluido que "la ideología o religión catalanista debe quedar de una vez por todas fuera del debate político", ya que, a su entender, los ciudadanos desean una política "racional, enfocada a una gestión eficaz y eficiente e inspirada por principios y no por intereses ni sentimientos".

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