Visto para sentencia el juicio a Nina Parrón por injurias a Jorge Skibinsky

La directora de Igualdad Nina Parrón en un juicio por injurias
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 23 octubre 2018 13:28

PALMA DE MALLORCA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El juez ha dado como visto para sentencia el juicio a la directora insular de Igualdad, Nina Parrón, por injurias al presidente de la asociación de padres separados de Baleares, Jorge Skibinsky, que la ha denunciado por decir que hizo "apología del terrorismo machista".

En un principio, Parrón presentó una denuncia contra Skibinsky por si este había incurrido en un delito de apología del asesinato de una mujer en Alcúdia en 2016 a manos de su expareja, que la prendió fuego. Por su lado, Skibinsky escribió una carta recogida por varios medios de comunicación en la que daba su opinión sobre este hecho y lo condenaba pero señalaba que, según su opinión, no había sido una agresión machista.

Tras esto, Parrón remitió un escrito ante la Fiscalía que acabó archivado y, ante los medios de comunicación dijo que Skibinsky hacía "apología del terrorismo machista". Por ello, Skibinsky denunció a Parrón y por los carteles aparecidos posteriormente en su barrio en el que se le llamaba "presidente de la asociación de maltratadores machistas".

Como consecuencia de las declaraciones de Parrón, Skibinsky ha explicado que tuvo que cerrar su consulta durante tres meses al estar de baja, que ha sufrido amenazas y que teme por su integridad física.

Asimismo, ha asegurado que "en ningún momento" quiso hacer apología del terrorismo machista en su misiva.

En su declaración ante el juez, Parrón ha negado que distribuyera estos carteles y ha justificado la presentación de su escrito ante la Fiscalía porque existía la duda de que la carta pudiera incurrir en un delito por apología de la violencia machista.

La defensa de Skibinsky considera que las declaraciones de Parrón suponen o un delito de calumnias o uno de injurias. Así, ha elevado sus conclusiones a definitivas y pide una multa de 14.400 euros y una indemnización de 40.000 euros.

Para el abogado defensor de Parrón, sin embargo, las manifestaciones de su defendida tenían la finalidad de informar de un hecho veraz.

Respecto a que Parrón considerase que se hacía "apología del terrorismo machista", el letrado ha dicho que se trata de una opinión, "un parecer" amparado en el derecho a la libertad de expresión, como el de Skibinsky al decir en su carta que lo sucedido no era una agresión machista.

En su último turno de intervención, Parrón ha asegurado que es "inocente" y que "nunca" quiso injuriarle. "Todo fue en el contexto de una carta escrita por el presidente de una asociación", ha dicho.

Además, ha puesto de relieve el proceso de "revictimización" que está sufriendo la familia y amistades de la víctima. "Se vieron golpeadas por su muerte, por una carta que les resultó indignante y han revivido su dolor con este proceso", ha dicho.

Entre otros testigos, ha declarado el regidor de Igualdad del Ayuntamiento de Palma, Aligi Molina. Este ha dicho que la presentación de la denuncia ante Fiscalía respondía a la solicitud de sus compañeras que se sentían indignadas por la carta que "negaba la existencia de violencia de género, de violencia machista".

UNAS 50 PERSONAS ACOMPAÑAN A PARRÓN

A los juzgados de Avenida Alemania, se han acercado una cincuentena de personas, la mayoría simpatizantes de Parrón. Entre ellos se encontraba la regidora de Función Pública, Aurora Jhardi, el vicepresidente del Consell de Mallorca, Jesús Jurado, o la directora de Institut Balear de la Dona, Rosa Cursarch, así como representantes de asociaciones feministas. A la salida de Parrón de los juzgados, muchos de sus acompañantes la han aplaudido.

Por otra parte, el exletrado asignado al Grupo Parlamentario de Podemos, Antoni Bennassar, ha explicado que a él le pidieron que atendiera a Parrón, a pesar de que Podemos en el Consell de Mallorca cuenta con un asesor jurídico y el partido tiene una abogada.

Además, ha dicho que a pesar de estar contratado a media jornada por el Grupo Parlamentario trabajaba entre "ocho y diez horas". Algo que ha calificado de "explotación laboral" y por lo que presentó su dimisión.