MINSK, 1 May. (EUROPA PRESS) -
Unos 2.000 partidarios de la oposición se concentraron hoy en la capital de Bielorrusia en una señal de desafío contra las autoridades después de que el Gobierno encarcelara la semana pasada al líder de la oposición, Alexander Milinkevich.
La concentración del 1 de Mayo comenzó con una marcha no autorizada de unos 800 activistas, que recorrieron unos 2 kilómetros entre la Academia de Ciencias y la plaza en el norte de Minsk, donde las autoridades habían autorizado que se produjera el acto, que concentró a unas 2.000 personas. La Policía acompañó a los manifestantes opositores en todo su recorrido sin que se produjeran incidentes.
Sin embargo, la Policía detuvo posteriormente el vehículo en el que viajaba una importante figura de la oposición que había organizado la marcha, Stanislav Shushkevich, y le convocó a comparecer en dos días en una comisaría bajo los cargos de concentración no autorizada, sin que por el momento esté claro si ha sido formalmente acusado.
Shushkevich, que era presidente del Parlamento cuando Bielorrusia se independizó en 1991 y dirigió el país hasta 1994, señaló a AP que "la represión política continúa". "Las autoridades están actuando cada vez con mayor dureza y esto significa que nos tienen miedo. No tengo duda de que el 3 de mayo me sumaré a los líderes bielorrusos que actualmente están en prisión", agregó.
La semana pasada la oposición había congregado a 10.000 personas, la mayor concentración desde que Milinkevich encabezó las manifestaciones del 19 de marzo para protestas contra las elecciones que dieron al presidente, Alexander Lukashenko, un tercer mandato pero fueron calificadas de fraudulentas por los observadores internacionales. Un día después, el Gobierno encarceló a Milinkevich y a otros tres de sus colaboradores durante 15 días por participar en una concentración ilegal.
La mujer de Milinkevich, Inna Kulei, dijo hoy a la multitud que había visitado a su marido en prisión y advirtió al Gobierno de que "puede reprimir la libertad, puede matarla, pero estas represiones sin sentido por las autoridades sólo acercan cada vez más el día de la libertad". Mientras, los manifestantes portaban pancartas en las que se leía "Milinkevich libre" y "libertad para los presos políticos".
Uno de los oradores, el vicepresidente del Frente Popular de Bielorrusia, Yury Khadyka, expresó su esperanza de que la oposición se mantenga firme en su campaña para derrocar a Lukashenko.
"Bielorrusia no tuvo unas elecciones libres, pero cada vez hay más personas que no quieren vivir bajo una dictadura", afirmó, y añadió: "pedimos elecciones libres y la liberación de los presos políticos, y contamos con el apoyo de los países occidentales".
