Mujeres africanas
UNFPA
Actualizado: martes, 23 agosto 2016 17:14

MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

La ONG Médicos sin Fronteras (MSF) ha advertido este martes de que el 25 por ciento de las mujeres que residen en la zona noroeste de Sudáfrica, conocida como el 'cinturón de platino', ha sufrido al menos una agresión sexual a lo largo de su vida, aunque el 95 por ciento de estos casos nunca llegan a conocerse ni a denunciarse.

MSF ha obtenido estos datos a través de más de 800 entrevistas realizadas a mujeres de la zona de entre 18 y 49 años. En particular, en la ciudad de Rustenburgo, localizada cerca de dos de las minas más importantes de la región, alrededor de 11.000 mujeres son violadas cada año.

En la mitad de los casos los responsables de las agresiones sexuales son los propios maridos de las víctimas. "La violencia sexual se ha convertido en una parte integrante de su vida cotidiana. La violencia es su rutina", ha declarado Rosina Palai, una trabajadora social de MSF.

Ser violada en Sudáfrica, como en muchas otras partes del mundo, implica un gran estigma social y no es algo de lo que se hable públicamente, lo que ha favorecido un 95 por ciento de impunidad. Muchas de las entrevistadas por MSF han declarado que desconocían los beneficios que supone acudir a un centro médico después de una violación.

Del total de mujeres con las que MSF ha hablado, sólo la mitad ha afirmado saber que es posible prevenir el VIH si se recibe atención médica a tiempo. "El tratamiento médico a las víctimas de violación dentro de las 72 horas posteriores a la agresión puede prevenir la infección por el VIH y los embarazos no deseados", ha explicado una epidemióloga de MSF, Sarah-Jane Steele.

Muchas de estas mujeres no acuden a los servicios médicos debido a la falta de información, pero también por la vergüenza que les supone admitir que han sido víctimas de una agresión sexual, temerosas de la reacción de la comunidad. En muchas regiones de África, las víctimas de violaciones son rechazadas dentro de las comunidades, consideradas impuras. Por otra parte, muchas de estas mujeres tampoco confían en la medicina occidental.

Según datos del Departamento de Salud de la Provincia del Noroeste, donde se encuentra parte del 'cinturón de platino', de las 783 instalaciones médicas que hay en el distrito de Bojala, donde está Rustenburgo, sólo 11 cuentan con los recursos adecuados para proporcionar tratamiento a una mujer que ha sufrido abusos sexuales.

MSF ha hecho un llamamiento al Gobierno sudafricano para que se conciencie acerca de este problema y comience a poner en marcha una serie de medidas para informar y desarrollar una serie de servicios que puedan proporcionar la respuesta adecuada a todas las mujeres que sufren abusos sexuales cada año.

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