BRUSELAS, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los países de la Unión Europea han acordado este viernes prorrogar tres meses la operación 'Sophia' lanzada en 2015 para combatir el tráfico de personas y las mafias de inmigrantes en el Mediterráneo Central.
Los embajadores de los Veintiocho ante el Comité Político y de Seguridad de la UE, encargado del seguimiento de las operaciones, han llegado a "un acuerdo político" este viernes para "una prórroga de tres meses" de la operación, decisión que deberá "formalizarse" todavía la próxima semana, "probablemente el jueves por el procedimiento escrito", han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.
El futuro de la operación, cuyo mandato vence el próximo 31 de diciembre, se llegó a poner en duda por el rechazo de Italia a prolongarla en los términos actuales --todos los inmigrantes rescatados van a Italia-- si los países no llegaban a una solución para su redistribución posterior entre los diferentes países o más países ofrecieran sus puertos para su desembarco.
La operación fue lanzada en abril de 2015 después de que un pesquero con más de 800 personas a bordo se hundió frente a las costas de Libia, a petición expresa de Italia. El resto de países accedió después de que Roma se comprometiera a llevar a su territorio a todas las personas rescatadas.
La propia Italia fue la que pidió este plazo de tres meses después de la reunión de ministros de Defensa de la UE del pasado mes de noviembre, tras la que la ministra española, Margarita Robles, acusó al Gobierno de Giuseppe Conte de "poner en riesgo" la operación "buscando eludir ciertas responsabilidades" en materia migratoria.
El Gobierno de Roma, con el apoyo de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, aspiraba a que sus socios europeos llegaran a un acuerdo sobre el reparte de inmigrantes rescatados "exclusivamente" en el marco de la operación 'Sophia', teniendo en cuenta además que la mayoría de naufragios se producen en las aguas libias, fuera de la zona de operaciones de la misión.
Países como España y Francia rechazaron de plano esta posibilidad, insistiendo en que había que encontrar una solución dentro de un marco más amplio, que abarcara también a la reforma de las normas de asilo y el reparto de los esfuerzos de acogida globales, de todos los inmigrantes que llegan a las fronteras exteriores de la Unión.
El servicio diplomático europeo llegó a plantear a los gobiernos como solución de compromiso --rechazada-- la posibilidad de que los Centros de Coordinación de Rescate Marítimos "relevantes" --de Italia y Malta-- decidieran dónde debían ser desembarcados los inmigrantes, teniendo en cuenta aspectos novedosos como la rapidez y eficiencia, la necesidad de que el buque de rescate reanudara su misión o las propias circunstancias del rescate.
El país del Centro de Coordinación estaría obligado a ofrecer uno de sus puertos en última instancia --si no se llegaba a un acuerdo sobre el puerto de desembarque-- siempre que, de forma rápida, se procediera a la redistribución de los demandantes de asilo, aunque no puso sobre la mesa criterios para el reparto.
Malta y Grecia han venido alegando hasta ahora falta de capacidad para acoger a más inmigrantes.
Tampoco se ha podido consolidar la solución 'ad hoc' que se puso a prueba este verano para el reparto voluntario de personas rescatadas como ocurrió tras el 'Aquarius'.
La operación 'Sophia' sólo tiene mandato para operar en aguas internacionales en el Mediterráneo central meridional para luchar contra las redes de tráfico de personas y prevenir flujos de migración irregular y, también contribuye a entrenar a los guardacostas libios, al embargo de armas a Libia autorizado por la ONU y a vigilar el tráfico ilegal de petróleo.
Aunque no es una misión de salvamento marítimo y la búsqueda y rescate no figura en su mandato, el socorro en caso de naufragio es una obligación en virtud del derecho internacional.
La operación cuenta con tres buques de España, Italia y Alemania, dos aviones de España y tres que aportan Luxemburgo, Polonia e Italia.
En concreto, España contribuye a ella con un destacamento aéreo dotado de un avión de patrulla marítima desplegado en la base aérea de Sigonella (Sicilia, Italia) y la fragata 'Numancia', que cuenta con una dotación de 215 miembros y una unidad aérea embarcada compuesta por un helicóptero AB-212. Además, España ha apoyado a la operación desplegando en sus Cuarteles Generales un total de once personas.
