BRUSELAS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Lo ministros de Exteriores de la Unión Europea continuarán este lunes el debate sobre cuál debe ser la respuesta comunitaria al agravamiento del conflicto en el este de Ucrania, tras los intentos de François Hollande y Angela Merkel de acercar a Kiev y Moscú a un acuerdo de paz en los últimos días y la llamada del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a la comunidad internacional para recibir armas con las que hacer frente a los separatistas prorrusos.
La cuestión de suministrar armamento letal a las fuerzas ucranianas para resistir la ofensiva de los separatistas en el este del país es algo que "ni se discute" en Bruselas, porque es una cuestión de competencia nacional.
El embargo que se acordó cuando comenzaron las protestas contra el Gobierno anterior fue levantado en julio, por lo que "cada país puede decidir qué hacer", siempre que cumpla las reglas internacionales, explican fuentes europeas.
En cualquier caso, la crisis ucraniana no está formalmente en la agenda de la cita de los ministros --más allá de confirmar la inclusión en la lista de dirigentes rusos y rebeldes ucranianos sancionados los nombres de 19 personas y 9 empresas más--, pero todos esperan ser informados de los resultados de los contactos al más alto nivel llevados a cabo por Francia y Alemania.
La gira de dos días de Hollande y Merkel para reunirse con Porotshenko y con el presidente ruso, Vladimir Putin, fue fruto de una decisión bilateral y no impulsada desde la Unión Europea; aunque fuentes diplomáticas europeas aseguran que no se ha visto con malos ojos desde Bruselas porque "todos los esfuerzos para rebajar las tensiones son bienvenidos".
Las mismas fuentes niegan divisiones en el seno de los Veintiocho a la hora de encarar este conflicto, pese a las "diferencias" en cuanto al nivel de sanciones que deberían aplicarse. En este sentido, recuerdan que para avanzar en un nuevo marco de medidas restrictivas, por ejemplo con sanciones económicas, es necesario primero que los Estados miembros "encarguen su preparación" al servicio de acción exterior europeo.
Ello implica, según un alto funcionario, que las grandes decisiones, si las hay, quedarán en manos de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y que a los ministros, en reuniones como la del lunes, les corresponderá avanzar en las cuestiones más "técnicas".
La próxima cumbre de líderes europeos tendrá lugar este jueves, 12 de febrero, y aunque se esperaba que la amenaza del terrorismo internacional centrara la agenda, es probable que Ucrania sea también otro de los asuntos clave.
Al margen de Ucrania, los ministros van a dedicar parte del encuentro a discutir sobre la lucha antiterrorista en el plano de la política exterior europea, por ejemplo con mejoras en la colaboración con países terceros o enviando a expertos a las delegaciones europeas en países foco del yihadismo. Las conclusiones de los 28 serán elevadas a los jefes de Estado y de Gobierno europeos en su reunión del jueves.
La complicada situación en Libia y los esfuerzos para estabilizar el país del enviado especial de Naciones Unidas para Libia, el español Bernardino León, serán también parte del debate de este lunes. Los ministros examinarán la conveniencia de dar el paso para preparar sanciones contra quienes ponen trabas a un acuerdo en el país, si los contactos de León no dan frutos en un breve plazo.
