RAMALA, 4 Mar. (Reuters/EP) -
El presidente palestino, Mahmud Abbas, ha acusado este miércoles a Israel de ser un "mafioso" por no transferir los más de 90 millones de euros mensuales que recauda en nombre de los palestinos.
"¿Cómo tienen permitido coger nuestro dinero? ¿Estamos tratando con un Estado o con una mafia?", ha preguntado el líder palestino. Abbas ha descrito este movimiento como una provocación, después de organizar una reunión con altos funcionarios palestinos en la que han debatido las relaciones con Israel y planteado la posibilidad de suspender la coordinación que mantienen en materia de seguridad.
Israel anunció en enero que había retenido las transferencias de dinero, en respuesta a la decisión de Palestina por unirse al Tribunal Penal Internacional, donde planea presentar una demanda por crímenes de guerra contra Israel.
No es la primera vez que los pagos han sido interrumpidos, pero nunca se habían producido durante más de un par de semanas. En esta ocasión parece que se prolongarán hasta la llegada de un nuevo gobierno después de las elecciones israelíes del 17 de marzo.
La diplomacia europea y estadounidense está preocupada porque esta situación lleve a la Autoridad Palestina al borde del colapso y afecte a la estabilidad de la ocupada Cisjordania, especialmente en ciudades como Nablus o Hebrón donde las manifestaciones en contra de la ocupación son muy frecuentes.
"¿Cómo vamos a pagar los salarios?", ha preguntado Abbas añadiendo que además de los impuestos, Israel debe 400 millones de euros en concepto de salarios no pagados a palestinos que trabajan en Israel. Fuentes palestinas han dicho que la seguridad puede verse en peligro porque la Policía y otro personal no pueden ser pagados.
Además, la empresa estatal de electricidad ha cortado la luz en Nablús y Jenín para presionar por el pago de 450 millones de euros que dice que le debe el Gobierno palestino.
Esta semana, el Ejército israelí ha movilizado 13.000 soldados a Cisjordania en un simulacro sorpresa, lo que simboliza el aumento de la preocupación por la seguridad. Lo que parece más probable es que la suspensión en la coordinación de seguridad entre Israel y Palestina quede en una amenaza o en una interrupción parcial.
