TOKIO, 21 Jul. (Reuters/EP) -
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, esperará hasta el próximo otoño para decidir si procede a cumplir con su plan de subida de impuestos prevista para el año próximo.
"Tenemos que examinar varios factores", declaró Abe, con la mirada especialmente puesta en las cifras del PIB de abril a junio. "Entonces decidiremos qué hacer con los obstáculos que se nos presentan", añadió el primer ministro, quien citó como problemas más graves la deflación, la falta de crecimiento económico y la inseguridad fiscal del país.
"Me gustaría llegar a una conclusión en otoño", indicó. El plan, bastante discutido, consiste en subir el IVA del 5 al 8 por ciento el año próximo, y del 8 al 10 por ciento en 2015.
"Va a ser una decisión difícil, porque la economía está comenzando a recuperarse y ahora es la mejor oportunidad para que Japón salga del proceso deflacionario en el que se encuentra. La verdad es que no quiero desaprovechar esta oportunidad", hizo saber. Sin embargo, tal y como apuntó, "los mercados están observando nuestro progreso en la reforma fiscal".
Sea cual sea su decisión, el bloque de Abe se ha hecho este domingo con una victoria crucial en las elecciones de la cámara alta celebradas este domingo.
Según los estudios, el Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe y el Nuevo Komeito, socio de coalición, se harían con 70 de los 121 escaños en juego y pondrían fin así al control de la Sangiin por parte del Partido Democrático de Japón (PDJ), principal partido de la oposición, informa la agencia de noticias japonesa Kiodo.
En concreto, la coalición de Abe controlará aproximadamente 130 de los 242 escaños de la cámara, ya que a los elegidos este domingo se suman los 59 con los que ya contaba. Sin embargo, esta cifra está lejos de los dos tercios necesarios para aprobar la reforma de la Constitución a la que aspiran los conservadores.
En cuanto a la participación, ésta se ha situado en torno al 22 por ciento, cinco puntos menos que en la anterior consulta similar, que data de 2010.
Con esta victoria, Abe y el PLD consolidan su control de la política japonesa y podrán así aplicar sin ataduras su política para impulsar el crecimiento económico. Este será el primer gobierno estable y con pleno control sobre la Dieta desde 2006.
