MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El jefe del Consejo de Seguridad de Kirguistán ha acusado este martes al expresidente Almazbek Atambayev, detenido la semana pasada tras dos días de intensa operación policial, de buscar un derramamiento de sangre para "perpetrar un golpe de Estado".
Atambayev, investigado por supuesta corrupción, se entregó a las autoridades el 8 de agosto, un día después de que sus seguidores lograsen frenar una operación de las fuerzas especiales. Un agente murió en el marco de estos enfrentamientos, durante los cuales también fueron retenidos varios miembros de las fuerzas de seguridad.
"Necesitaba sangre, lo dijo abiertamente. Necesitaba sangre para perpetrar un golpe de Estado", ha afirmado el máximo responsable del Consejo de Seguridad, Orozbek Opumbayev, en rueda de prensa. El expresidente, ha añadido, "reconoció en un discurso haber realizado seis disparos" y, por las heridas detectadas, las autoridades sospechan que disparaba a matar.
"Ha sido un acto cínico, simplemente un asesinato. Estoy seguro de que la investigación va a averiguarlo", ha declarado Opumbayev, según la agencia de noticias rusa Sputnik.
Un portavoz de la Fiscalía, Zamir Beishekeyev, ha confirmado que Atambayev ya ha sido notificado de los delitos "graves" que se le imputan, "tales como desórdenes públicos, asesinato, homicidio en grado de tentativa y uso de la fuerza contra agentes del orden". Sin embargo, no ha especificado cuál es el estatus actual del expresidente, que permanecerá detenido en principio hasta el 26 de agosto.
Por su parte, el Gobierno del país ha anunciado el cese del viceministro del Interior, Kursan Asanov, por su gestión de las operaciones para la detención del exmandatario.
Fuentes citadas por el portal local de noticias 24.kg han indicado que Pamir Asanov, hasta ahora director del Servicio de Investigaciones del Ministerio del Interior, ha sido nombrado como su sustituto.
Por el momento se desconocen las causas del cese de Asanov, quien negoció con Atambayev y le convenció para que finalmente se entregara a las autoridades.
El Parlamento kirguís acusó a Atambayev de corrupción y le retiró al inmunidad en junio. La Policía ha solicitado en varias ocasiones un interrogatorio del expresidente, pero este se ha negado y ha denunciado la supuesta ilegalidad de las causas abiertas contra él.
El actual presidente, Sooronbai Jeenbekov, llegó al poder en 2017 con el apoyo de Atambayev, pero la alianza entre ambos se rompió el año pasado después de que Jeenbekov renovase a la cúpula de seguridad y se hiciese con el control del partido gobernante. Atambayev ha participado en dos revueltas que concluyeron en 2005 y 2010 con las caídas de los entonces dirigentes.
