SANTANDER, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El embajador de España ante la OTAN, Pablo Benavides, aseguró hoy en Santander que la situación en Afganistán "ni se ha ido ni se va a ir de las manos" pese al reciente ataque sufrido por tropas españolas y en el que un soldado resulto muerto. En este sentido, aunque reconoció que la "situación general" que atraviesa el país asiático es "delicada", abogó por "evitar tentaciones" y "no dramatizar".
Benavides, quien estos días participa en el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre 'Afganistán. Respuestas y Seguridad', aclaró que las tropas internacionales en este país están desarrollando una labor de "protección" a equipos de reconstrucción, basada en la "lucha contra el terrorismo y la pobreza".
No obstante, explicó que la decisión de Naciones Unidas y de los países presentes en Afganistán de "extender" su presencia en el sur --objetivo que se pretende lograr para final de mes-- y en el este --para diciembre--, con el fin de que la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) "cubra" todo el país, ha provocado "que hayan aumentado ligeramente" las "concentraciones de talibanes" que, no obstante, según dijo, "nunca han superado los 300 efectivos".
A la luz de estos argumentos, consideró que actualmente "la amenaza ha venido sobre todo por atentados terroristas" que, a su ojos, pretenden "evitar un peligro" para esos grupos "insurgentes" y, por otro lado, "alcanzar notoriedad a nivel internacional".
Como consecuencia, el embajador de España ante la OTAN opinó que la decisión adoptada hace unos meses de aumentar las tropas en 150 efectivos ha sido "un acierto". "Se era consciente de que la expansión hacia el Sur iba a tener efectos al Norte y al Oeste", explicó Benavides, quien al respecto recordó que la explosión del pasado sábado tuvo lugar "precisamente" en una zona al Suroeste, donde las tropas españolas estaban protegiendo a un Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) estadounidense.
PERSPECTIVAS POSITIVAS
En cuanto a las perspectivas y las posibilidades de reconstrucción y estabilización del país, Diego Fernández Osorio, ex funcionario de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), indicó que "a nivel general" es "bastante positivo". Al respecto apuntó que "las estructuras políticas están en pie", y que ya "desde la Conferencia de Londres se está hablando del desarrollo socio-económico".
Advirtió, sin embargo, que "no todos los resultados se pueden esperar al mismo tiempo", y abogó por "tener una visión a largo plazo". "No todo se va a dar hoy y la violencia no se acaba en un solo día", sentenció Osorio, quien enfatizó que "la paz toma su tiempo".
Con todo, subrayó que en el caso de Afganistán "lo principal es tener en cuenta que no es una cuestión de tiempo, sino de objetivos". Al ser preguntado, consideró que el "principal obstáculo" es la "seguridad", así como "hasta cierto punto, la falta de coordinación entre actores internacionales", algo en lo que, según dijo, "se está trabajando" y logrando "muchos progresos".
EL CASO DE AFGANISTÁN
Ante preguntas de los medios, Osorio señaló que "más que un modelo" Afganistán constituye "un caso específico", dado que en este país se está "haciendo frente a situaciones únicas", remachó.
"El desafío para Naciones Unidas es tratar de adaptar sus instrumentos a otras situaciones", apuntó este diplomático, quien se mostró en contra de "tomar la situación afgana como la receta". "No se pueden tomar las soluciones de Los Balcanes y aplicarlas sin ninguna adaptación en otros lugares", ejemplificó.
Por su parte, en relación con este asunto, Benavides destacó que, aunque toda operación "tiene sus características", a su entender, "Afganistán está sirviendo como acicate para que la OTAN se empiece a plantear a fondo la necesidad de actuar y de mayor coordinación ante conflictos y mantenimiento de la paz", concluyó.