SANTANDER, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director general de Política Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Rafael Dezcallar, resaltó hoy en Santander el "compromiso" que supone la presencia militar de España en Afganistán, que se mantendrá y "ampliará", junto a la de otros países, en el plazo de dos años, a pesar del fallecimiento del soldado Jorge Arnaldo Hernández, muerto el pasado sábado en un ataque a las tropas españolas en ese país. De este modo, enfatizó que "no podemos marcharnos de un lugar donde todavía hay un trabajo que llevar a cabo".
En una rueda de prensa con motivo del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) 'Afganistán. Respuestas y Seguridad', Dezcallar destacó el "compromiso reiterado" de la presencia española en el país asiático, que se mantendrá "dependiendo de cuándo se concluya la tarea que se está realizando".
Esta tarea, según constató, se centra en la construcción de un Estado "sólido" y "viable", con "instituciones sólidas para sostenerse por sí mismo" y "garantizar la estabilidad y seguridad". "Éste no es un trabajo fácil y hay que ser conscientes de que si se ha empezado debemos permanecer allí hasta que se acabe", sentenció Dezcallar.
A su juicio, pese a que "evidentemente" ésta "no es una operación exenta de riesgos", esa circunstancia "no puede hacer cambiar nuestra determinación y las razones que nos han llevado a Afganistán, que son las mismas de la semana pasada", sostuvo.
Dejó claro que la intervención española en Afganistán "no se ciñe sólo a lo militar", de modo que en el caso de España y otros países, al margen de la presencia militar a Afganistán, también se han trasladado agencias de cooperación y ONG.
APOYO A TERRORISTAS
Dezcallar recordó que antes de la caída del régimen talibán, Afganistán prestaba su apoyo e "infraestructura" al líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, y a "grupos terroristas" que "tenían vínculos directos" con los ataques terroristas del 11-S y del 11-M. "Un país como España, que ha sufrido un atentado como el del 11 de marzo, quizás pueda ser más sensible a esta necesidad de hacer posible que las circunstancias que posibilitaron los ataques no se repitan", aseveró el representante del Ministerio de Exteriores.
En relación con esta idea, apuntó que la operación en Afganistán, que "empezó para que no existiera un régimen que apoyara a terroristas", se mantiene con el fin de lograr la "estabilización" del país y "ayudar a la población" con "unos niveles de desarrollo de los más bajos del mundo".
Al ser preguntado por los medios, el director general de Política Exterior consideró que, aunque la presencia de soldados en Afganistán "no es una operación sencilla", a su entender "el contraste entre la situación previa y la actual es notable".
"No quiero decir que sea una operación que tenga resultados rápidos y a la vuelta de la esquina, pero sí se han alcanzado logros, la situación de la mujer no tiene nada que ver con lo que era antes, y se están construyendo los cimientos de una consolidación institucional", subrayó Dezcallar.
En cualquier caso, señaló que el número de efectivos desplegados en el país asiático por la OTAN es "bastante limitado", actualmente unos 15.000 (de ellos unos 700 españoles), cifra que será ampliada en los próximos dos años hasta llegar a 26.000 soldados.
'CONTROLAR' EL PAÍS
Respecto al número de tropas actuales, indicó además que "con esa cifra, sería imposible controlar un país tan grande y complicado como Afganistán" sin la "acogida favorable" del conjunto de la población a este despliegue internacional. "Los afganos son como todo el mundo, si ven que antes no había carreteras, ni escuelas ni hospitales ni nada y ahora ven que si lo hay sacan sus conclusiones", comentó este miembros del Departamento de Exteriores.
Sin embargo, reconoció que "eso no impide" que "haya grupos radicales" y "localizados" en contra de la presencia internacional en el país, que den lugar a "incidentes concretos".
En relación con esta idea, el director general de Relaciones Institucionales de la Defensa, Leopoldo Stampa, dijo que el área donde "se hallaban desplegadas" las tropas españolas "quizás sea de las menos conflictivas".
"Lo que sucede es que se va produciendo un desplazamiento a otras zonas, concretamente al sur, que presentan unas características distintas de seguridad", argumentó Stampa, quien coincidió con Dezcallar en que "hay grupos interesados en que la operación fracase".
