BERLÍN, 19 Mar. (EP/AP) -
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró hoy que Alemania no cederá a las peticiones de los extremistas islámicos para que retire las tropas desplegadas en Afganistán. El presidente Hamid Karzai, de visita en el país europeo, agradeció la ayuda de Berlín.
El pasado 10 de marzo, un grupo insurgente iraquí desconocido hasta entonces amenazó con matar a dos alemanes secuestrados en Irak si el Gobierno alemán no retiraba a sus soldados en Afganistán en diez días. Poco después, un vídeo de una organización diferente amenazaba con ataques en Alemania y Austria si ambos países no se marchaban del país.
Tras reunirse con el presidente afgano, Merkel indicó que las autoridades asisten a la situación de los dos secuestrados "con gran preocupación" y están trabajando para intentar su liberación. En una rueda de prensa, la canciller alemana indicó que "como el Gobierno alemán siempre ha dicho, el Gobierno no puede dejarse chantajear".
"Sabemos que nuestro compromiso, especialmente en la reconstrucción civil, se dirige a la población afgana, y no debemos dejarnos chantajear sobre esta cuestión por personas que son terroristas o tienen un enfoque terrorista", agregó. "Creo que ésta es la señal correcta a todos aquellos que se preocupan por la reconstrucción de país", dijo.
Alemania, que se opone a la guerra en Irak, a donde no ha mandado soldados en ningún momento, cuenta con unos 3.000 soldados integrados en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), la mayoría en el norte del país.
Por su parte, Karzai, agradeció a Alemania su decisión y aprobó la promesa de Merkel de no ceder ante las demandas de los extremistas. "No deberíamos caer en el chantaje y el terrorismo. Si lo hacemos no habrá fin", añadió.
