MADRID 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones no gubernamentales locales y los afganos que trabajan en las agencias internacionales han advertido de que temen por su seguridad después de que la ONU decidiera desalojar de Afganistán a cientos de empleados extranjeros de Naciones Unidas por motivos de seguridad.
"La reducción de la presencia de la ONU es muy preocupante para todos los afganos y en especial para las ONG, porque se convertirán en objetivos más fáciles para los grupos armados de oposición", declaró el director de la Agencia para la Rehabilitación y Conservación de la Energía en Afganistán (AREA), Khial Shah, a la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN.
"Las ONG van a tener que revisar su seguridad, sus programas y sus actividades teniendo en cuenta las amenazas y la reducción de la capacidad operativa de la ONU", declaró Laurent Saillard, director de ACBAR, que agrupa a un centenar de organizaciones no gubernamentales afganas y extranjeras que trabajan en Afganistán.
La misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha asegurado que parte de su personal será reubicado temporalmente, dentro y fuera del país, por motivos de seguridad. "No estamos hablando de retirada ni de evacuación", declaró el pasado 5 de noviembre el representante especial de la ONU en el país, Kai Eide.
La remoción del personal de la ONU fue decidida después del atentado perpetrado a finales de octubre en una residencia para empleados de Naciones Unidas en Kabul, que causó la muerte de cinco trabajadores del organismo y que fue reivindicado por las milicias islámicas de los talibán, que amenazaron con perpetrar nuevos ataques contra la UNAMA.