MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Zahir Azimi, informó de que la Operación Moshtarak, iniciada el pasado 13 de febrero para retomar el principal bastión de los talibán en la provincia de Helmand, Marjah, concluyó el pasado jueves tras consolidar el control de los territorios objetivo.
La ofensiva, la más importante desde la invasión del país en 2001 por parte de las fuerzas lideradas por Estados Unidos, ha permitido la expulsión de los insurgentes de Marjah y del distrito de Nad Ali, explicó Azimi en rueda de prensa desde Kabul, según recoge la agencia de noticias afgana Pajhwok.
Un total de 20 civiles murieron durante la ofensiva, encabezada por los Marines estadounidenses con un importante apoyo del Ejército afgano. También murieron 120 talibán y otros 56 fueron arrestados, apuntó Azimi, quien no dio ninguna cifra definitiva de las bajas de las fueras aliadas.
En total fueron 15.000 militares de Estados Unidos, Reino Unido, Estonia y del propio Afganistán. Además, más de 3.000 familias de Marjah y Nad Ali tuvieron que abandonar sus hogares durante los combates y se refugiaron en la capital de la provincia, Lashkargah, y las vecinas provincias de Kandahar y Nimroz.
Con la puesta en marcha de los proyectos de reconstrucción también se ha comenzado a entregar las compensaciones a los vecinos cuyas propiedades resultaron dañadas durante los combates. "Todo aquel que haya perdido tierra o casa recibirá 500 afganis (unos 7,7 euros) diarios hasta que se compensen completamente las pérdidas", dijo.
El portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la seguridad en Afganistán (ISAF), el general de brigada Eric Tremblay, también presente en la rueda de prensa, advirtió de que aún sigue muy presente la amenaza de las bombas trampa colocadas por los talibán y que continúan las labores de desminado y desactivación de explosivos. Tremblay aseguró que las minas han causado víctimas principalmente entre los civiles, pero también entre las tropas extranjeras.
