MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) condenó hoy una serie de ataques armados y saqueos contra sus camiones de alimentos, principalmente en el sur y el oeste de Afganistán, y precisó que trabaja junto a las autoridad afganas para reforzar las medidas de seguridad.
En un comunicado, la agencia de la ONU precisó que estos ataques y saqueos han supuesto la pérdida de más de 500 toneladas de ayuda alimentaria valorada en 350.000 dólares.
Según explicó el PAM, el último de estos ataques se produjo el miércoles pasado y es el vigésimo que sufren sus camiones en el último año en varias provincias, entre ellas Zabul, Kandahar y Nimroz, en el sur; Farah y Herat, en el oeste; y Ghazni y Paktya, en el sureste.
Además, expresó su "preocupación" por el impacto que estos ataques puedan tener en la ayuda que presta a la población afgana, ya que ocho de ellos se han producido desde inicios de abril. Según la agencia de la ONU, los ataques más costosos se han producido en la carretera junto a la frontera con Pakistán, en Spin Boldak y en la carretera que une Kandahar y Herat, y precisamente por estas vías es por las que tiene que transcurrir la mayoría de la ayuda que el PAM prevé distribuir este año en esta parte del país.
"Los ataques y saqueos están retrasando los envíos y aumentando el coste del reparto de la ayuda alimentaria al oeste y el suroeste del país, incluidos los afganos recientemente deportados desde Irán", denunció el representante del PAM en Afganistán, Rick Corsino. "Los que llevan a cabo los ataques deberían ser responsabilizados, si no por la ley, entonces al menos por aquellas comunidades a las que están privando de alimentos", añadió.