AI acusa al gobierno de facto de detener y maltratar a manifestantes como "castigo" a la oposición

Actualizado: miércoles, 19 agosto 2009 18:30


MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional denunció este miércoles el aumento de las violaciones a los Derechos Humanos en Honduras y en particular la detención arbitraria y el maltrato al que se está sometiendo a los manifestantes contrarios al gobierno 'de facto' de Roberto Micheletti y que se han convertido en una "forma de castigo" contra la oposición. La ONG acompañó sus denuncias con una serie de fotos y testimonios exclusivos de manifestantes golpeados en Tegucigalpa.

"Las detenciones arbitrarias en masa y los malos tratos a manifestantes son hoy día motivo de honda y creciente preocupación en Honduras", según Esther Major, investigadora de Amnistía Internacional sobre Centroamérica.

"Las detenciones y malos tratos de manifestantes se están empleando como forma de castigo contra quienes se oponen abiertamente al gobierno 'de facto', y son un elemento disuasorio para quienes contemplan la posibilidad de echarse a la calle para mostrar pacíficamente su descontento con la agitación política que vive el país", añadió.

Una delegación de AI se entrevistó con muchas de las 75 personas detenidas en la Jefatura Metropolitana nº 3 de Tegucigalpa después de que la Policía, respaldada por el Ejército, disolviera el pasado 30 de julio una manifestación pacífica. Según la ONG, la mayoría de los detenidos sufría lesiones a consecuencia de los golpes propinados por la Policía con porras y de las piedras y otros objetos que les arrojaron. Todos los detenidos fueron puestos en libertad al cabo de unas horas.

"El uso de fuerza excesiva y de detenciones arbitrarias en masa como política para reprimir la disidencia sólo sirve para inflamar aún más las tensiones, y provoca violaciones graves de los Derechos Humanos", lamentó Esther Major. "La fuerza sólo debe utilizarse en las circunstancias más extremas, y desde luego no como método para impedir el derecho legítimo de la población a manifestarse pacíficamente", argumentó.

Por otra parte, AI expresó también su "preocupación por el acoso y la intimidación a que se somete a quienes defienden los Derechos Humanos" al tiempo que manifestó su "inquietud" por los límites impuestos a la libertad de expresión y el número de ataques contra periodistas, que incluyen el cierre de medios de comunicación, la confiscación de equipo y materiales, y agresiones físicas contra periodistas y operadores de cámaras que informan de los sucesos.