AI considera "escalofriante" la retirada de la nacionalidad a opositores bahreiníes

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional ha condenado la decisión de las autoridades bahreiníes de despojar de la nacionalidad de este país a 31 ciudadanos por su presunta participación en ataques contra la seguridad del Estado. Entre los afectados hay políticos, activistas y dirigentes religiosos.

"Las autoridades han aportado las pruebas más vagas para motivar esta retirada de la nacionalidad, que parece haber sido adoptada en función de las opiniones políticas de las víctimas", ha denunciado el director de Amnistía para Oriente Próximo y el Norte de África, Philip Luther.

El grupo destaca que es "aún más preocupante" el que muchos de los afectados, los que no tenían una segunda nacionalidad, ahora son individuos sin estado. "Esto, como privación arbitraria de la nacionalidad, está prohibido por la legislación internacional", ha asegurado.

"Emplazamos urgentemente a las autoridades bahreiníes a revocar esta decisión terrorífica y espeluznante", ha afirmado Luther en un comunicado oficial de Amnistía Internacional.

Entre los 31 afectados estarían, según Amnistía, Yawad y Yalal Fairuz, con antecedentes de detenciones por participar en manifestaciones opositoras durante 2011, o Alí Hasán Mshaima, hijo del activista preso Hasán Mshaima.

En concreto, el Ministerio del Interior informó de que el Artículo 10 de la Ley Civil del país permite la retirada de la ciudadanía a toda aquella persona de nacionalidad bahreiní que participe en atentados contra la seguridad del Estado.

El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente desde marzo de 2011 las protestas pro democráticas en el territorio. Manama impuso la ley marcial y solicitó la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones.

La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.