BERLÍN 12 Dic. (EP/AP) -
El nuevo primer ministro polaco, Donald Tusk, más cercano a la Unión Europea, y la canciller alemana, Angela Merkel, avanzaron ayer en los primeros pasos para restaurar un clima de entendimiento y para mejorar unas relaciones que se vieron minadas durante el último Gobierno de Polonia.
En su primera visita a Berlín desde que tomase posesión del cargo, Tusk elogió su amistad con Merkel y explicó que su meta común es la de llevar las relaciones bilaterales a un nivel igualmente amistoso. "decidimos que no habrá temas tabú", declaró el nuevo primer ministro a la prensa tras su reunión, de dos horas, con la canciller. "Los amigos, y quememos que los polacos y los alemanes se hablen como amigos, pueden diferir en sus puntos de vista, pero no pueden evitar hablar", añadió.
A pesar del recibimiento amistoso, no se han realizado progresos en los asuntos que han mantenido tensas las relaciones bilaterales, como el plan de construcción de un gaseoducto que uniría Alemania y Rusia, que evitará el territorio polaco, o la proposición polaca de construir un museo sobre la II Guerra Mundial como alternativa al centro que se inaugurará en Berlín en conmemoración a las expulsiones de postguerra.
Merkel calificó la idea del museo de "interesante", pero insistió en que lo ve mas como parte de una red mayor sobre la guerra que como una alternativa a los planes del centro de Berlín. "Lo he dicho antes, pero quiero remarcar que este proyecto no tiene ninguna intención de relativizar la causa y efecto de la II guerra Mundial", aseguró Merkel, que añadió que concederá a Polonia su deseo de tener mas información sobre el asunto seleccionando una delegación de expertos, que enviará a Varsovia para debatir los planes.
La canciller afirmó además que los ministros de Economía de las dos naciones se reunirán para examinar los pros y los contras del proyecto del gaseoducto ruso. "La canciller ha confirmado su buena disposición para considerar las demandas polacas sobre el proyecto, que en nuestra opinión no es del todo racional, por razones económicas y financieras", resaltó Tusk.
Ambos mandatarios se reunirán de nuevo el próximo 21 de diciembre en la ciudad alemana de Zittau junto al primer ministro checo, Mirek Topolanek, para debatir sobre la expansión de de la frontera este de la Unión Europea.