BERLÍN 24 Oct. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Rosa Aranda) -
El presidente de Alemania, Horst Koehler ha frenado hoy la privatización de la empresa de la seguridad en el tráfico aéreo en Alemania (DFS) que pretendía el Gobierno alemán de coalición, por considerarla anticonstitucional, confirmaron hoy fuentes de la Presidencia alemana en Berlín.
Koehler no firmó el documento de la debatida privatización de la empresa DFS de protección de vuelos, por lo que de momento el proyecto de ley ha quedado vetado. Se trata del primer veto del presidente de Alemania a una ley del Gobierno de coalición del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Ángela Merkel, que subió al poder en noviembre del año pasado.
La ley fue aprobada en abril del presente año por el Bundestag (Parlamento alemán) y estaba previsto que, tras pasar el último trámite constitucional, la firma del presidente de la república, entraría en vigor el próximo uno de enero.
El veto de un presidente de Alemania a una ley aprobada en el Bundestag es un caso excepcional en el país. Sin embargo, la decisión de Koehler no ha sorprendido en Alemania, pues desde hace tiempo se discutía la constitucionalidad de la reforma propuesta por el gobierno.
Koehler alega que en el caso de que la empresa estatal de seguridad en el tráfico aéreo sea privatizada, "la influencia del Estado en la misma sería muy escasa o nula", lo que iría en detrimento de una protección suficiente en los vuelos, informó Koehler en un documento escrito que envió a la canciller federal, Angela Merkel, al presidente del Bundestag, Norbert Lammert y al del Bundesrat (Cámara Alta), Peter Harry Carstensen.
El presidente de la República federal Alemana considera y expone en su carta que el Estado alemán tiene que mantener la responsabilidad de la seguridad del tráfico de vuelos en Alemania, pues esta es una "tarea del Estado" y rechaza firmemente la propuesta de venta del 74.9% de la empresa DFS a accionistas privados (mientras que el 25.1% continuaría siendo de propiedad estatal).
Lufthansa y Air Berlin habían mostrado ya un enorme interés por su participación, pero también el consorcio TUI y varios inversores extranjeros contemplaban la posibilidad.
Según datos gubernamentales, el Ejecutivo alemán había calculado ganancias de alrededor de mil millones de euros por la privatización de DFS.