Amnistía denuncia los abusos contra los trabajadores domésticos migrantes en Líbano

Líbano.- Amnistía denuncia los abusos contra los trabajadores domésticos migrantes en Líbano
REUTERS / MOHAMED AZAKIR - Archivo
Publicado: miércoles, 24 abril 2019 2:04

La ONG pide que se acabe con el sistema de 'kafala' y que se garantice la protección legal de este tipo de trabajadores

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -

Unos 250.000 trabajadores domésticos migrantes, principalmente mujeres, se encuentran atrapados en Líbano en una "red de abusos" que van desde condiciones laborales de explotación pasando por trabajos forzados e incluso tráfico de personas, según denuncia Amnistía Internacional, que pide al nuevo Gobierno del país que ponga fin al sistema conocido como 'kafala'.

Pese a que desde hace años se ha venido reclamando el fin de este sistema, los anteriores gobiernos libaneses no han atajado el problema o han ofrecido un remedio efectivo a quienes son víctimas del mismo. En su informe "'Su casa es mi prisión': Explotación de trabajadores domésticos migrantes en Líbano', la ONG recoge los "graves abusos de los Derechos Humanos" de los que estos son víctimas a manos de sus empleadores.

"Es indignante que los sucesivos gobiernos libaneses hayan hecho la vista gorda ante el catálogo de abusos al que los trabajadores domésticos migrantes se ven sometidos en su lugar de trabajo", ha defendido la directora para Oriente Próximo y Norte de África de Amnistía, Heba Morayef.

"En virtud de la 'kafala', estas casas particulares se han convertido en muchos casos en algo más que prisiones para los trabajadores, que a menudo son tratados con un tremendo desprecio o total crueldad", ha subrayado.

Según Morayef, el nuevo ministro de Trabajo libanés, Camille Abou Sleiman, se ha comprometido tanto en público como ante Amnistía a adoptar medidas concretas para proteger los derechos de estos trabajadores. "Ha llegado el momento de que el nuevo Gobierno dé prioridad a acabar con el sistema de 'kafala' que es inherentemente abusivo", ha defendido.

LA SITUACIÓN DE LOS MIGRANTES EMPLEADOS DOMÉSTICOS

En Líbano, los trabajadores domésticos migrantes proceden de países africanos y asiáticos como Etiopía, Bangladesh, Sri Lanka, Filipinas y Kenia y se trasladan al país para vivir y trabajar en hogares particulares.

Todos ellos, según ha denunciado Amnistía, están excluidos de la Ley de Empleo del país y se rigen en su lugar por el sistema de 'kafala', que vincula la residencia legal del empleado a la relación contractual con el empleador, lo que en la práctica supone que el trabajador no puede cambiar de empleo sin el permiso de su jefe.

En muchos casos, los empleadores sin escrúpulos coaccionan a los trabajadores para que acepten trabajar en condiciones de explotación. Si el trabajador migrante se niega y decide abandonar la casa en la que trabaja sin el consentimiento de su patrón, entonces podría perder su permiso de residencia, lo que le expone al riesgo de ser detenido y deportado en cualquier momento.

Para elaborar su informe, Amnistía ha hablado con 32 trabajadores domésticos, así como con diplomáticos, empleadores, agencias de contratación, activistas defensores de los migrantes y ONG, además de reunirse con el ministro de Empleo, con el que ha compartido sus hallazgos y recomendaciones.

MIEDO A DENUNCIAR LOS ABUSOS

Las mujeres entrevistadas por la ONG han contado que no denunciaron a sus empleadores ante las autoridades o les llevaron ante los tribunales por temor a ser detenidas o a otras represalias, lo cual, según Amnistía, pone de relieve la necesidad urgente en el país de que las autoridades garanticen que estas personas están protegidas por la ley.

Entre los abusos de los que fueron objeto los empleados entrevistados figuran trabajar durante muchas horas sin descanso, la retención de sus salarios o la aplicación de deducciones a los mismos, la restricción de su libertad de movimiento y comunicación, privación de comida y alojamiento adecuado, abusos físicos y verbales y denegación de atención sanitaria.

'Eva', natural de Filipinas, permaneció aislada durante tres años en la casa de su empleador hasta que logró escapar. "No me permitían hablar con nadie. Si abría la ventana y saludaba a otras filipinas, me tiraba del pelo y me golpeaba", ha relatado a Amnistía. En su caso, 'Mary', de Etiopía, trabajó durante 19 horas al día los siete días de la semana sin ningún día de descanso.

Seis de las mujeres con las que habló la ONG dijeron que habían tenido pensamientos suicidas dada su situación o que incluso intentaron suicidarse. Además, Amnistía ha documentado ocho casos de trabajos forzados y tráfico de personas.

Una de ellas es Banchi, de Etiopía, a quien una agencia de contratación retuvo su pasaporte y la hizo trabajar en varias durante seis meses sin cobrar. El dueño de la empresa "me daba como un regalo: una vez a la familia de la prometida de su hijo, otra a su hija y la familia de su marido... Es como vivir en una prisión", ha contado.

CONTROL DE LOS EMPLEADORES CASI TOTAL

"Los horribles testimonios en este informe muestran como el sistema de 'kafala' garantiza a los empleadores casi control total sobre las vidas de los trabajadores domésticos migrantes", ha lamentado Morayef. "El sistema aísla a los trabajadores y garantiza que sean dependientes de sus empleadores, lo cual facilita la explotación y otros abusos mientras que al mismo tiempo limita el acceso de los trabajadores a compensación", ha subrayado.

Amnistía sostiene que el sistema 'kafala' es incompatible con las leyes nacionales que salvaguardan las libertades y la dignidad humana, protegen los derechos de los trabajadores y criminalizan el trabajo forzoso y el tráfico de personas, además de contradecir las obligaciones internacionales de Líbano.

Así las cosas, la ONG ha pedido al Gobierno libanés que acabe con el sistema de 'kafala' y que amplíe la protección laboral a los trabajadores domésticos migrantes. Además, ha recomendado que se revise el actual contrato unificado para estos trabajadores, que se establezca un mecanismo de quejas para ellos, se garantice que la línea telefónica del Ministerio para denunciar abusos funciona y se alerte de su existencia entre estos trabajadores, además de mejorar la supervisión e inspección de las agencias de contratación.

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