Actualizado: lunes, 23 noviembre 2015 20:28

MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

La ejecución de un hombre de 25 años que ha sido condenado a muerte después de un juicio carente de las más básicas garantías es "cruel" y una "aberración de la justicia", ha señalado Amnistía Internacional poco después de anunciarse que mañana se ajusticiará al reo. Irán es el segundo país con mayor número de setencias de muerte.

Alireza Shahi fue condenado a la pena capital en junio de 2012, bajo el principio legal islámico de qisas ("igual respuesta"), tras verse implicado en el asesinato de un joven que murió apuñalado durante una pelea en diciembre de 2008, cuando tenía 18 años. Tras el incidente fue arrestado durante dos semanas, en las que fue torturado hasta confesar el crimen, sin poder contactar con un abogado o su familia, según ha precisado Amnistía.

"Siempre es duro e inhumano privar a alguien de su vida por ahorcamiento, pero la crueldad es mayor cuando la ejecución es precedida por un juicio injusto que se apoya en confesiones bajo coacción y cuando se ignoran alegatos de tortura y otros maltratos", ha afirmado Said Boudmedouha, el subdirector del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y el Norte de África. "En cada caso hemos oído alegaciones de tortura, juicios fraudulentos y violaciones del Derecho Internacional. Las autoridades iraníes deben parar inmediatamente la ejecución de Alireza Shahi, conmutar su sentencia e investigar las acusaciones de maltrato", ha añadido.

Shahi únicamente tuvo una vista antes de ser llevado a la sala 71 de la Corte Penal en Teherán. De acuerdo con los documentos procesales, durante las primeras investigaciones --que se desarrollaron sin la presencia de un abogado-- el reo admitió haber apuñalado a la víctima. Sin embargo, poco después se retractó alegando haber sido coaccionado y acusó a otro hombre implicado en la pelea de haber asestado la puñalada. La sentencia de muerte fue ratificada por el Tribunal Supremo en mayo de 2013 y mañana será ejecutado al amanecer en la Prisión de Rajai Shahr en la ciudad iraní de Karaj.

Actualmente, Amnistía también está intentando frenar el ahocarmiento de un delincuente juvenil, Salar Shadizadi, cuya ejecución está prevista para el próximo sábado 28 de noviembre. Shadizadi ha sido acusado de matar a un amigo cuando tenía 15 años, por lo que, según las normas internacionales, no podría ser condenado a la pena máxima --dado que no cumplía la mayoría de edad cuando se perpetró el crimen.

Irán es el segundo país con mayor número de ejecuciones después de China, de acuerdo con el último informe sobre la pena de muerte de la organización. "El ratio de Irán es deplorable, si continúan con estas cifras podrían llegar a los 1.000 ajusticiamientos este año", ha señalado Boudmedouha.

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