NUEVA YORK, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha decidido enviar a dos funcionarios de alto rango a la capital de Sudán, Jartum, con el objetivo de acelerar el proceso de transición hacia el establecimiento de una misión de paz de la ONU en la región de Darfur, en vías de pacificación.
Los elegidos son el Enviado Especial de Annan Lajdar Brahimi y el subsecretario general para Operaciones de Paz, Hédi Annanbi, quienes, previsiblemente, iniciarán las conversaciones con las autoridades sudanesas el martes o el miércoles de la próxima semana, según explicó el portavoz del secretario general, Stephane Dujarric.
"Discutirán cuál será el papel de la ONU en Darfur para implementar el acuerdo de paz", indicó el portavoz.
Annan ha escrito una carta al presidente de Sudán, Omar Hassan Ahmed al Bashir, en la que le pide apoyo para el reemplazo de los 7.000 miembros de la actual fuerza de la Unión Africana en la región por una de la ONU más fuerte.
Mientras tanto, el coordinador de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Jan Egeland, ha advertido de que la situación humanitaria en Darfur puede empeorar aún más en los próximos días si la comunidad internacional no logra tomar medidas inmediatas para implementar el acuerdo de paz firmado recientemente por el Gobierno de Sudán y las principales facciones rebeldes de la región.
Egeland informó al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la visita que acaba de realizar a Sudán y a la región oriental de Chad, donde, indicó, continúan los ataques violentos contra civiles y trabajadores humanitarios.
El coordinador consideró que existe una posibilidad real de avanzar en los esfuerzos de paz, pero, a la vez, subrayó que también se puede caer en una espiral descendente que pondría la vida de millones de personas en un peligro aún mayor. Asimismo, advirtió de que, frente a nuevos ataques, las operaciones humanitarias no podrían continuar y las agencias de socorro deberían retirarse. Además, los habitantes de Darfur podrían sufrir aún más hambre y podrían producirse más muertes.
Los enfrentamientos entre el Gobierno sudanés, las milicias pro gubernamentales de los janjawids y los rebeldes de Darfur han dejado unos 200.000 muertos en la región y más de 2 millones de desplazados desde que comenzara el conflicto en febrero de 2003.
Egeland instó al Consejo de Seguridad a tomar medidas inmediatas para fortalecer a la fuerza de la Unión Africana y acelerar la transición hacia una operación de la ONU. Asimismo, exhortó a redoblar los esfuerzos para atraer a la mesa de negociaciones a quienes todavía no han firmado el acuerdo de paz.