Apoyo Crónica China.- Los parlamentarios chinos pierden el miedo a hablar

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 16 marzo 2007 14:59

BEIJING 16 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Marta Altuna) -

La Asamblea Popular Nacional (APN) china es el equivalente al parlamento de otros países, aunque su función tradicionalmente se ha considerado puramente ornamental. No se recuerda ninguna ley que haya pasado por los parlamentarios y no haya contado con un respaldo masivo.

Y muestra de este carácter decorativo de la institución, dejando a un lado los problemas de organización de un cámara que cuenta con casi 3.000 miembros, es que la APN tan sólo se reúne una vez al año, en lo que viene a ser una especie de debate sobre el estado de la nación.

Pero los parlamentarios chinos han comenzado a perder el miedo a alzar su voz, si no quizá de puertas adentro, sí de cara a los medios de comunicación, que han recogido puntualmente durante estos días, sus inquietudes y denuncias. Entre ellas, las más repetidas critican el rumbo que está tomando el actual socialismo chino, que ha dejado de lado a los más "vulnerables", como ha dado en llamar el primer ministro, Wen Jiabao, a los grupos sociales más pobres y desfavorecidos. Las preocupaciones sociales son las más extendidas.

Entre las denuncias, por ejemplo, se incluye el hecho de que China gaste en educación menos que India o la media de países en vías de desarrollo. El país se marcó en 1993 dedicar, para el año 2000, el 4 por ciento de su Producto Interior Bruto a la educación. Ahora, siete años más tarde, el objetivo aún no se ha cumplido y ha quedado pospuesto para el año 2010.

Los parlamentarios, y los miembros de la Conferencia Consultiva Política, el órgano asesor del Estado (sin carácter de decisión) piden que, por lo menos, el gasto en educación crezca de forma equiparable a los ingresos del Estado o al gasto militar (algo sin duda improbable: las arcas del Estado engordaron el año pasado un 24,3 por ciento, mientras que el gasto militar creció un 17,9).

Otra de las quejas frecuentes hace referencia a la sanidad. Una vez más, se pone como ejemplo al vecino indio, que en esto también se sitúa mejor que China, a pesar de no ser un país comunista. Los expertos recuerdan que hace dos décadas el sistema sanitario chino cubría a toda su población, un quinto del total mundial. Ahora, en cambio, está en el puesto número 144 en función de su cobertura médica.

La situación ha llegado a niveles casi trágicos. Los hospitales, antes públicos, no tienen modo de obtener ingresos y engordan con fármacos innecesarios las minutas de los pacientes, cada vez más escasos. El antiguo dicho chino que aseguraba que "quien enferma se empobrece" es, hoy día, más actual que nunca.

Hasta la política del hijo único, que tantos ríos de tinta ha hecho correr, ha comenzado a ser cuestionada, aunque esta vez las críticas llegan de la Conferencia Consultiva. Veintiocho años después de que fuera implantada, una treintena de delegados ha señalado que ya es hora de reformar la ley y permitir que se tengan, si se quiere, dos niños en vez de uno.

La decisión permitirá acabar con graves problemas a los que se enfrentará el país en un futuro próximo, como el envejecimiento de la población, el desequilibrio de sexos a causa de abortos selectivos o infanticidios --en las zonas rurales los varones siguen siendo preferidos-- y desequilibrios psicológicos en una comunidad de jóvenes que crecen sin hermanos e incluso sin primos.

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